El cáncer de colon afecta a una gran parte de la población, con una incidencia igual en hombres y mujeres. No hay síntomas de un cáncer precoz de colon, pero si una persona tiene sangrado por el recto, dolor abdominal, distensión y algún cambio de sus hábitos intestinales, debe hacerse una evaluación médica, recomienda el Dr. Juan José Nogueras, cirujano colorrectal en la Cleveland Clinic de la Florida (EU).
El Dr. Nogueras estuvo en Panamá en el Congreso Nacional de Cirugía, exponiendo sobre técnicas mínimamente invasivas para cáncer de recto, los resultados de estudios sobre los beneficios de estas técnicas, la diverticulitis y las indicaciones de cirugía para casos específicos, como cuando se forma un absceso, y cuando hay complicaciones en cirugía.
El médico añade que es muy importante conocer la historia familiar, ya que el cáncer de colon tiene un fuerte componente hereditario.
“El cáncer de colon también está asociado con otros tipos de cáncer, como los ginecológicos y urológicos”.
Además del cáncer, también es común la diverticulitis en el colon, una inflamación de los divertículos o bolsas que se forman en su interior, que también pueden infectarse. Este problema puede estar asociado a una dieta pobre en fibra.
Otras condiciones que afectan el intestino y el colon son la colitis ulcerativa y la enfermedad de Crohon. “Estamos aprendiendo más sobre los genes responsables de estas condiciones inflamatorias que tienen un factor genético”, indica el médico.
En el caso de Crohn y de cáncer de colon y de recto, explica el cirujano, “en Cleveland Clinic trabajamos como un equipo multidisciplinario con cirujanos, oncólogos, radiólogos, patólogos, hablamos sobre los casos y llegamos a un consenso para tratamiento. También para Crohn, trabajamos con los gastroenterólogos”.
¿Cuáles son los avances en los tratamientos?
“Las técnicas mínimamente invasivas son las que estamos usando mucho, laparoscopía, cirugía robótica”.
Para tratar la enfermedad de Crohn, se usan técnicas quirúrgicas para preservar el intestino y que el paciente no quede con un intestino corto.
“En la enfermedad de Crohn el cuerpo causa una reacción inflamatoria exagerada contra el intestino y muchos biológicos atacan diferentes partes de esa reacción inflamatoria. Aún no tenemos la cura o la bala mágica para combatir el Crohn, pero sí seguimos mejorando el tratamiento”.
La enfermedad de Crohn afecta todas las partes del intestino y el tratamiento dependerá de la edad y la condición del paciente, añade.
En relación al cáncer de recto, el Dr. Nogueras señala que hay una “evolución” o un cambio en el manejo.
Anteriormente se hacía más la cirugía “desde arriba” hacia la pelvis, trabajando a través de la pared abdominal, pero ahora se está haciendo más la recesión rectal empezando por la vía transanal, una técnica que va “de abajo hacia arriba” y que permite una mejor visualización de la pelvis, especialmente en pacientes hombres con pelvis ancha, obesos.
De esta manera es más precisa la cirugía, explica el médico. “Y los estudios demuestran que los resultados hasta ahora son positivos”.
Además, explica que se está dando una mayor incidencia de cáncer de recto en personas de 35 a 50 años, que podría ser por la dieta. “Cada semana veo a alguien joven con cáncer de recto”.
Las prácticas sexuales pueden estar asociadas a cáncer del canal anal, pero debido al virus de papiloma humano (VPH), que causa cáncer de cérvix, ano y orofaríngeo.
Sobre la posibilidad de que a futuro nuevas técnicas de modificación genética permitan una cura, por ejemplo, en la enfermedad de Crohn, el Dr. Nogueras considera que aún es “un sueño”, pero “creo que vamos a llegar al punto de entender los actores genéticos de la enfermedad de Crohn. Tal vez podamos identificar una mutación importante en un gen específico o si hay algo que se pueda añadir o modificar para la prevención y para tratarla”.
El cirujano recomienda llevar una dieta balanceada, con suficiente fibra, por lo menos de 25 a 30 gramos diarios , hacer ejercicio, controlar la obesidad y no fumar.
“Todo eso afecta el colon. Fumar genera una vasoconstricción de la arterias y hay químicos que afectan”.
También aconseja hacerse una colonoscopía a los 50 años. Y si hay antecedentes de cáncer de colon en la familia, empezar 10 años antes. “Pienso que todos a los 40 años deberían hacerse una colonoscopía, y si esta es normal, repetirla en 10 años”.