El cannabis como ingrediente de platos y postres para aprovechar sus propiedades medicinales es la propuesta de una chef argentina en Chile, donde se promueve el uso de la marihuana con fines terapéuticos.
Natalia Revelant, especializada en cocina vegetariana, combina desde hace años el cannabis con productos orgánicos como frutas, harina de mandioca, almendras, granos y semillas, para elaborar chocolates, bizcochuelos, bollos, jugos o leche, presentados durante un taller en Santiago este miércoles.
“Descubrí un universo con el cannabis”, dijo Revelant, mientras una decena de personas aprende sus recetas en la Fundación Daya, una oenegé que lidera en Chile el uso medicinal de la marihuana.
La gastronomía “cannábica” es una alternativa para los enfermos crónicos que ya utilizan aceite y resina de marihuana o fármacos para combatir sus males, sostiene Alejandra Ahumada, química farmacéutica de la Fundación Daya. Todo se puede utilizar de la planta de hojas inconfundibles. La raíz, el tallo y las hojas se utilizan en ensaladas, para cocinar carne o elaborar jugos. La flor -más conocida como cogollo- y las semillas son perfectas para postres, chocolates o bizcochuelos, dice la chef, de 38 años.
Como el sabor de la marihuana no es muy agradable, es importante saber combinarlo con productos que tengan similitudes con sus terrenos, los compuestos aromáticos que contienen las plantas. “Una planta de cannabis con un perfil alto en linalool (terpeno) lo puedes combinar con lavanda y hacer unas ricas galletas con mantequilla”, explica.
La marihuana también contiene propiedades nutricionales como ácidos grasos esenciales para nuestro organismo y aceites esenciales como omega 3 y omega 6, utilizados para combatir algunos síntomas de inflamación en pacientes. No se debe exceder entre 0.1 y 0.5 gramos de cannabis por cada porción de comida para evitar los efectos alucinógenos.