Diciembre en positivo

El brillo, las luces y el colorido del mes de diciembre despiertan añoranzas y nostalgia, más para aquellos que por diferentes motivos pasan estas fiestas lejos de sus seres queridos.

La soledad, si no es procesada desde un punto de vista psicológico, puede llegar a ser dolorosa, especialmente si se atraviesan celebraciones como Navidad y Año Nuevo sin ese ser querido a su lado, coinciden especialistas en salud mental.

Aunque las situaciones pueden ser variadas, estas deben ser asimiladas a través de diversas herramientas cognitivas y emocionales, de acuerdo con la evidencia científica.

Por ejemplo, si la persona ha sufrido la pérdida física de un familiar o amigo cercano, el doliente debe “crear un nuevo diseño” de sí mismo para transformar ese sufrimiento poco a poco, ha indicado la psicóloga Rita Barrera de Segura, directora ejecutiva encargada de la Fundación Piero Rafael Martínez de la Hoz, en pasadas declaraciones a este diario.

La especialista recomendó que aquellas personas que pasan estas fiestas decembrinas en etapa de duelo deben “vivir un solo día a la vez”, así como permitirse sentir.

“Las heridas que nos hacen sufrir no están necesariamente destinadas a destruirnos”, aclara.

Hay que tener una “buena actitud” ante esta soledad, dice el psicólogo Nefthaly Montenegro Ricardo, ya que esto representa considerar que siempre habrá alguien que los valora.

El secreto de sobrellevar aquellas “situaciones que provocan sentimientos de tristeza depende de la manera en que veamos las cosas”, añade.

En este sentido, para este terapeuta lo ideal es expresar sus emociones, organizar una reunión familiar con personas queridas y que brinden apoyo en este momento, así como simbolizar a ese ser querido con una visita al lugar donde se le dio sepultura o viajar a un sitio que genere tranquilidad, recomienda Montenegro Ricardo.

En este sentido, la psicóloga clínica Sarah Sasso, especialista en terapia individual, familiar y de pareja, aconseja en este caso no apartarse del dolor pretendiendo que no ha pasado nada; en otras palabras: no saltarse las emociones.

En el caso de que el individuo pase estas fiestas en soledad porque vive en una región lejana a donde residen sus seres queridos, una opción puede ser acercarse a pasar la fiesta de fin de año, por ejemplo, en compañía de amigos cercanos o vecinos, es decir, en comunidad, plantea el psicólogo Rodolfo Justine.

En este sentido, su colega María Eugenia de Martín, presidenta de la Fundación Relaciones Sanas, recomienda buscar un terapeuta para “tener un espacio seguro y de contención para poder pensar en las pérdidas y vacíos que se sienten más en estas fechas”.

Además de la psicoterapia, la especialista aconseja leer, pintar mandalas, meditar o hacer obras sociales para sobrellevar estas fiestas.

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