En la cocina de Ryan Hatrick, en Londres, el príncipe Guillermo y su esposa Catalina sonríen desde las tazas, un imán de la reina Isabel está pegado en el horno, y cerca cuelga un paño de cocina que marca la boda del príncipe Enrique y Meghan Markle.
También hay libros sobre la familia real británica sobre una mesa y alrededor de esta el labrador Windsor juega con su juguete favorito: una corona chirriante.
Hatrick siempre ha sido un fan de la realeza: recuerda que su madre tuvo que buscar un lugar para ver la transmisión de la boda del príncipe Carlos con Diana Spencer mientras estaba de vacaciones en una remota casa de campo y leía con avidez sobre los Tudor cuando era adolescente.
“Creo que cuando estamos inundados de noticias deprimentes [...] la realeza nos da algo que esperar con emoción”, dijo. “La boda de Guillermo y Catalina, los nacimientos [...] las bodas de Enrique y de [su prima la princesa] Eugenia ...”.
Otros seguidores quieren destacar las labores de la realeza. Denese Carpenter, en Boston, inició el podcast My Duke and I con un amigo para hablar sobre el trabajo de Enrique y Meghan relacionado con la Commonwealth: él es Embajador de la Juventud mientras que ella es patrocinadora de la Asociación de Universidades de la Commonwealth.
La jubilada británica Margaret Tyler ha llamado la atención de la prensa por su dedicación. La mujer, de 75 años, se ha reunido con la reina Isabel, con la reina madre, con Enrique y Meghan, entre otros: “Estoy muy emocionada con el bebé Sussex [...] no puedo esperar”.