A sus 69 años, Francisco Gilabert Granero, miembro de la Real Academia Hispánica de Filatelia, desea expandir su amor hacia la afición filatélica en Panamá, aquella que consiste en coleccionar los sellos que suelen adherirse a las cartas enviadas a través de un correo postal y son el distintivo de cada país.
La primera emisión de sellos tiene su origen en Inglaterra en 1840 y, según Granero, “en el mundo suelen salir entre siete y ocho mil estampillas al año”, que además de cumplir su función estatal alimentan los álbumes de los coleccionistas.
Uno de los motivos por los que son de interés para los filatélicos es el costo que adquieren con el paso de los años. “Una colección de 15 sellos puede estar valorada en mil 200 dólares según su calidad”, indica el experto.
La filatelia, para Granero, cumple la función de testigo, “es un notario de la realidad en la medida en que en las estampillas o sellos aparecen los hechos más relevantes: un centenario o un personaje importante”. Su valor-asegura- “es levantar acta de lo que está ocurriendo en cada momento en un país”.
Pero el conocedor también es consciente de que se necesita cultivar esta afición “divertida y educativa” en las nuevas generaciones distraídas con la modernidad. Comenta que los grupos de filatelistas son menores en Europa y América, siendo Asia el continente en que la práctica va en ascenso.
Por ello, el instructor dictó un curso en filatelia temática en el istmo y brindará asesoría gratuita entre hoy (de 2:00 p.m. a 4:00 p.m.) y mañana (de 9:00 a.m. a 12:00 m.), en la Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero, a filatelistas que deseen aprender técnicas para exponer sus colecciones según los lineamientos mundiales.
Granero espera sentar un precedente con este curso para el segundo Congreso Internacional de Filatelia Temática, luego de su primera edición dada en Costa Rica en 2013.
La Asociación de Filatelia de Panamá consta de 25 miembros y, en el mundo, 92 países poseen agrupaciones con este fin coleccionista.
