¿Te gustarían unos grillos rostizados como refrigerio ligero? Solo hay que acercarse a los pasillos de los supermercados en el Reino Unido.
Sainsbury’s se ha convertido en la primera cadena de supermercados británica en vender insectos comestibles, en un intento por impulsar el consumo sustentable de alimentos que producen menos gases de efecto invernadero.
“Los insectos como refrigerio ya no deberían ser vistos como algo extraño o desafiante”, dijo Rachel Eyre, jefa de marcas futuras de Sainsbury’s.
“Está claro que los consumidores están cada vez más inclinados a explorar esta fuente sustentable de proteína”, declaró Eyre en un comunicado.
Nutricionistas y científicos han dicho por largo tiempo que el consumo de insectos es una fuente sustentable y barata de obtener proteínas para el cuerpo humano, aunque comer bichos es una idea que provoca arcadas a muchos.
Los insectos pueden ser una fuente rica en grasa, proteína, vitaminas, fibra y minerales, de acuerdo con la Organización Mundial de la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
Beneficio ambiental
El crecimiento de la población mundial y la expansión de las clases medias han incrementado el consumo de carnes per cápita en el 50% en las últimas cuatro décadas, pero críticos sociales dicen que la tendencia produce un deterioro en el medio ambiente.
También existe preocupación sobre el impacto medioambiental de la agricultura intensiva y la actividad acuícola comercial.
“A medida que la población se incrementa, necesitamos mirar con urgencia fuentes alternativas de proteínas a fin de dejar libre la mayor cantidad posible de terrenos para la producción de alimentos”, sostuvo Duncan Williamson, experto en cadenas mundiales de alimentación del grupo medioambientalista World Wildlife Fund de Reino Unido.
Mundialmente, al menos 2 mil millones de personas consumen insectos -que requieren menos tierra y agua que la ganadería- y más de mil 900 especies de insectos pueden ser utilizadas como alimento, de acuerdo con la FAO.