Amamantar a un bebé puede ser el equivalente a dotarle de un seguro de vida. En una medida perfecta, si todas las madres dieran pecho a sus hijos desde que nacen, anualmente se salvarían 820 mil infantes de 5 años en el planeta, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Aunque los últimos debates sobre la lactancia materna se centran en “normalizar” el acto de dar pecho en público, otras dinámicas cobran relevancia, como la de reforzar la práctica del “calostro”, que viene siendo la primera succión de la mama, dentro de las primeras horas de vida del bebé, tras su alumbramiento.
Alimento
Esta primera succión que realiza el bebé funge como una “primera vacuna”, el líquido que cae en estreno en su estómago es rico en nutrientes y anticuerpos. “El contacto piel con piel y la succión de la mama favorecen la producción de leche materna”, destaca el sitio www.who.int.
El Fondo Internacional de las Naciones Unidas para la Ayuda a la Infancia -por sus siglas en inglés- Unicef y la OMS, en un informe, calcularon que por cada cinco niños, a tres de ellos se le priva del calostro, trayéndoles consecuencias fatales. “Setenta y ocho millones de bebés en el mundo no toman leche materna en su primera hora de vida, lo cual aumenta el peligro de que mueran o contraigan una enfermedad y disminuye las posibilidades de que sigan tomando leche materna después”, destaca el documento, en especial, en países de bajos ingresos.
Según este estudio, “los recién nacidos que comenzaron la lactancia materna entre 2 y 23 horas después del nacimiento tuvieron un 33% más de posibilidades de morir que los que comenzaron a recibir leche materna en la primera hora de vida”.
Duplicando el peligro en los recién nacidos que comenzaron a amamantar un día o más después del nacimiento.
El estudio, que abarcó 76 países, demostró que cuando a la madre se le practica cesárea, la primera succión de leche materna se prolonga para el bebé. “Las tasas de inicio temprano de la lactancia materna disminuyeron de un 40% a un 27%”.
La poca colaboración y orientación de parte del personal médico que reciben las madres al momento de dar pecho por primera vez, salta como una de las principales razones que apunta la doctora Henrietta H. Fore, directora ejecutiva de Unicef, de por qué no sucede la primera alimentación del bebé con leche materna, en el tiempo adecuado.
Esta primera bocanada ausente de alimento , es apenas el primer tropiezo en la tarea de la lactancia. A pesar de que el amamantar se recomienda hasta los dos años, hay factores que obligan a las mujeres a suspender su proceso de lactancia, en parte por razones asociadas a sus laborales.
A partir de los tres meses, las mujeres trabajadoras reasumen sus faenas fuera de casa, lo que las aleja del bebé en una etapa crucial.
La leche materna es también una fuente primordial de energía y nutrientes para los infantes entre 6 y 23 meses de edad. “Puede satisfacer la mitad o más de las necesidades energéticas de un niño de 6 a 12 meses, y un tercio de las necesidades energéticas de un niño de 12 a 24 meses”. La leche materna es también una fuente esencial de energía y nutrientes durante las enfermedades, y reduce la mortalidad entre los niños malnutridos.
El organismo de salud destaca que si todos los bebés recibieran la alimentación basada en la lactancia, de llegar al desarrollo, tienen menos probabilidades de tener sobrepeso o de ser obesos.
En ese sentido, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, llamó la atención sobre gobiernos, instancias tomadoras de decisiones, organismos, profesionales e instituciones académicas en allanar el camino hacia la lactancia.
“La lactancia materna no es solo tarea de la mujer. Las madres necesitan ayuda y apoyo de profesionales sanitarios y de sus familias, empleadores, comunidades y gobiernos para poder lograr que sus hijos inicien su vida de la forma más sana posible”, anota.
Dar pecho incluso si se hiciera hasta los primeros 12 meses, no solo es beneficioso para el bebé, también lo es para la madre, puesto que reduce para ellas el riesgo de padecer cáncer de mama y de ovario, así como artritis reumatoide, presión arterial alta, enfermedades cardíacas y diabetes, resumen en un reporte especialistas de la Mayo Clinic.