Un nuevo reality show de Netflix que sigue el opulento estilo de vida de nueve personas de la alta sociedad _ricas y de piel clara_ en la ciudad de México, ha provocado críticas de quienes aseguran que no retrata a un país donde la mayoría tiene piel oscura y la mitad de la población vive en la pobreza.
“Basura”, “porquería”, “patético” y “clasista” son algunos de los adjetivos utilizados por los usuarios de Twitter para describir al reality “Made in Mexico”.
Los detractores también censuran el momento de las transmisiones por streaming del primer reality show de Netflix en México, anunciado poco después de que el país eligiera como presidente en forma abrumadora al izquierdista Andrés Manuel López Obrador, que ha arremetido contra lo que en su opinión es una élite enquistada y corrupta.
“En las últimas elecciones constatamos que vivimos en un país democrático, sin embargo aún padecemos terribles atavismos que tienen que ver con el clasismo y lo que es aún peor, con el racismo”, dijo Guadalupe Loaeza, que ha escrito varios libros sobre la élite mexicana. “Más que el dinero, el color de la piel es definitivo, ser o no ser moreno, es un dilema para ser o no ser aceptado entre ‘los y las niñas bien”.
Los productores de “Made in Mexico” no respondieron a las múltiples solicitudes para que hicieran declaraciones sobre el asunto.
Sin embargo, la filántropa, y activista de derechos humanos mexicana Hanna Jaff, de 30 años y residente en San Diego, dijo a The Associated Press que ella y otros miembros del elenco son representantes de familias mexicanas con antecedentes y profesiones distintas, y “tenemos nuestros problemas dentro de nuestras circunstancias.”
Dijo que el programa presentará una visión positiva, intelectual y empresarial del país, en contraste con lo que se ve en forma habitual en plataformas como Netflix, que transmite dramas sobre narcoviolencia como El Chapo.