Durante estos días, la filipina Pia Alonzo Wurtzbach, Miss Universo 2015, se encuentra de visita en el istmo por invitación de la Organización Señorita Panamá.
Ayer viernes, la actriz, modelo y chef de profesión brindó una conferencia de prensa en la que se mostró complacida por visitar el país. “Buenos días a todos, ¡muchas gracias! Estoy muy feliz de estar en Panamá, esta es mi primera vez en el país. Agradezco muy especialmente a la Organización Señorita Panamá por hacer esto posible”, dijo esta joven de 27 años, quien agregó sentirse emocionada por la oportunidad de conocer sitios emblemáticos e históricos de la nación.
En el evento estuvo acompañada por la panameña Justine Pasek, Miss Universo 2002, y César Anel Rodríguez (ambos de la Organización Señorita Panamá), y por Keity Drennan, Señorita Panamá 2016.
En el acto también estuvo presente José Isabel Blandón, alcalde de la ciudad de Panamá, quien le entregó a la Miss Universo 2015 un pergamino de reconocimiento que la declara “Visitante Ilustre”.
Durante la conferencia de prensa, la reina de belleza -que nació en Stuttgart, Alemania, donde vivió hasta los 4 años para después establecerse junto a su madre y hermana en la capital filipina de Manila- se mostró sencilla, sonriente y accesible.
Al ser interrogada por este medio sobre la necesidad de que las concursantes del Miss Universo cuenten con la capacidad de responder preguntas sobre la situación política que se vive en el mundo, así como en sus países, dijo que considera esto positivo, ya que si bien es cierto que las reinas de belleza se caracterizan por ser muy hermosas físicamente, “lo que importa es lo que tengan en sus mentes”, siendo esto lo que las define y las hace únicas. “Debemos ser capaces de hablar sobre acontecimientos que ocurran en nuestros países o en el mundo, especialmente si tomamos en cuenta que el Miss Universo tiene una audiencia tan variada, al contar con representantes de más de 90 países. Por esto creo que, definitivamente, debemos ser capaces de hacerlo”, ya que ello también habla de la belleza de las participantes, respondió Wurtzbach, quien antes de ganar su reinado laboraba como estilista y redactora de la sección de estilo de vida en el periódico Inquirer de Filipinas.
En este punto, Wurtzbach aprovechó su intervención para felicitar al istmo por tener a Keity Drennan como representante del país en el próximo Miss Universo 2016, ya que en el corto tiempo que tiene de tratarla (desde el jueves pasado) ha percibido que cuenta con las cualidades físicas e intelectuales para hacer un buen papel en el certamen. Dijo que los panameños deben sentirse “muy felices y emocionados al contar con una gran representante para el próximo Miss Universo. Creo que Keity es una mujer muy preparada y se encuentra al tanto sobre lo que está sucediendo en la actualidad”, señaló.
Sobre la situación política que vive Filipinas, manifestó que no solo en su país existen conflictos, sino en diversas naciones del mundo, cada uno en diferentes escalas. Sin embargo, dijo “tengo fe en que nuestro gobierno podrá resolver nuestras situaciones de una manera diplomática, y no creo que nadie tenga que preocuparse por Filipinas”.
En cuanto a su papel como Miss Universo, agregó que disfruta muchísimo de su rol, aunque este le impide dormir mucho. “¡Realmente, no hay nada de mi papel como Miss Universo que no me guste! Me encanta lo que hago, ha sido un sueño por el que he trabajado desde mi niñez, no hay un día en que despierte y me diga a mí misma ‘estoy cansada de esto’; ¡de ninguna manera! De hecho, ¡quisiera ser Miss Universo por siempre!”, exclamó.
AGENDA
Ayer viernes, la joven hizo un recorrido por el Canal de Panamá y asistió al Mercedes-Benz Fashion Week Panamá 2016; además, cerró la noche con un coctel de bienvenida en el hotel Riu.
Participará hoy sábado de actividades folclóricas en el hotel Cubitá, en Chitré, donde vestirá el traje nacional de Panamá. Para la ocasión, la Miss Universo 2015 lucirá una pollera ganadora del Concurso Nacional de la Pollera, que se efectúa cada año durante el Festival Nacional de la Pollera, convirtiéndose así en la segunda Miss Universo en vestir una; Justine Pasek fue la primera.

