Moverse más, sentarse menos y que los niños sean activos desde los tres años de edad, sostienen nuevas pautas federales en Estados Unidos según las cuales cualquier cantidad y tipo de ejercicio es beneficioso para la salud de los seres humanos.
Es la primera actualización desde que el gobierno de la unión americana emitió las pautas sobre actividad física hace 10 años.
Desde entonces, la lista de beneficios que trae el ejercicio se ha acrecentado, y existen pruebas de que las rutinas breves, regulares e intensas, así como usar las escaleras en lugar del ascensor tienen un valor antes desconocido.
“Hacer algo es mejor que no hacer nada y hacer más es mejor que hacer algo”, dijo el doctor Donald Lloyd-Jones, especialista en medicina preventiva de la Universidad Northwestern en Chicago.
Apenas el 20% de los estadounidenses se ejercitan lo suficiente, y el problema de la obesidad infantil impulsa la campaña para empezar antes con el fin de prevenir los problemas de salud después.
“Las nuevas pautas son que, basándose en la mejor aplicación de la ciencia, todos pueden mejorar drásticamente su salud simplemente moviéndose, en cualquier momento, en cualquier lugar y de cualquier forma que lo haga activo”, dijo Brett Giroir, secretario adjunto de salud del Departamento de Salud de Estados Unidos. Salud y Servicios Humanos (HHS).
Aspectos destacados de las pautas dadas a conocer ayer lunes en una conferencia de la Asociación Cardiológica Estadounidense en la ciudad de Chicago y difundidas en la publicación especializada Journal of the American Medical Association.
Niños y adolescentes
El cambio mayor: empezar antes.
Las viejas pautas en Estados Unidos eran para los niños a partir de los seis años, pero las nuevas dicen que se debe alentar a los preescolares de tres a cinco años a participar de juegos activos durante todo el día.
No establecen una cantidad establecida, pero sí dicen que es más que razonable pensar en tres horas diarias con distintas intensidades.
En esto coinciden con las pautas vigentes en muchos otros países y es la cantidad promedio de actividad que se observa en niños de esta edad.
Para los seis a 17 años se recomienda al menos una hora diaria de actividad moderada a vigorosa.
Debe ser en su mayor parte una actividad aeróbica, ya que eleva el ritmo cardíaco de las personas, preferiblemente caminata rápida, bicicleta o correr.
Al menos tres veces a la semana el ejercicio debe ser vigoroso e incluir actividades que fortalecen músculos y huesos, tales como trepar en los aparatos o practicar un deporte.
Adultos
La duración es la misma para los adultos: dos horas y media a cinco horas de actividad moderada o una hora y cuarto a dos horas y media de actividad vigorosa por semana y ejercicios de fortalecimiento muscular, como lagartijas o el uso de pesas, al menos dos veces por semana.
Un cambio crucial: se pensaba que la actividad aeróbica debía durar al menos 10 minutos.
Ahora se sabe que períodos aún más breves pueden ser útiles para cualquier individuo.
Un solo período de actividad trae beneficios de corto plazo tales como bajar la presión, reducir la ansiedad y mejorar el sueño.
No se siente demasiado
Pasar mucho tiempo sentado es de lo más dañino.
Este consejo es válido en particular para los adultos mayores, pero sus actividades deben incluir ejercicios que mejoran el equilibrio para prevenir posibles caídas.
Para los más pequeños
Promover el ejercicio entre los más pequeños, es el objetivo de un proyecto que desarrolla desde hace años el médico Valentin Fuster, cardiólogo en el Hospital Mount Sinai de la ciudad de Nueva York, con la Asociación Cardiológica y la Sesame Workshop, productor del programa infantil y familiar de televisión Plaza Sésamo.
Fuster presentó en la conferencia los resultados de un programa de cuatro meses para promover el conocimiento y las actitudes frente al ejercicio y la salud entre 562 niños de tres a cinco años en instituciones preescolares en el barrio neoyorquino de Harlem.
“Tuvo mucho éxito”, dijo Fuster. “Cuando entienden cómo funciona el cuerpo, empiezan a comprender la actividad física” y su importancia.
Los cerebros jóvenes “tienen la mejor oportunidad” de adquirir hábitos de salud duraderos, añadió.