Tiene 10 años, un telescopio y desde su casa en las afueras de la capital chilena enseña a sus “alumnos” cómo observar las estrellas a cambio de dinero con el que algún día quiere comprarse un traje espacial. En un país privilegiado para el estudio del universo, Ricardo Barriga cobra menos de cuatro dólares por clase para explicar los conceptos básicos de astronomía a amigos y conocidos.
Utiliza un sofisticado telescopio que le regalaron sus papás, con el que muestra constelaciones, la Luna, algunos planetas e identifica nebulosas, después de haber aprendido sobre el Cosmos junto con un grupo de expertos en astronomía. “Mi sueño es ser astrónomo y también tener un traje espacial”, añadió Barriga.