La leyenda del heavy metal británico Ozzy Osbourne, quien una vez le arrancó la cabeza a un murciélago vivo en el escenario, comenzó este sábado en México otro tour de despedida, medio siglo después del inicio de su carrera con la agrupación Black Sabbath.
El Príncipe de las Tinieblas llegó este fin de semana al Festival Hell & Heaven, celebrado en Ciudad de México, para decir “adiós” a los escenarios, a pocos meses de que la banda que lo catapultó en la historia del rock bajara definitivamente el telón.
“Hell and Heaven Fest es el lugar para todos los malos pecadores”, cantó el astro de 69 años, recordando su clásico War Pigs ante unos 80 mil asistentes, según cifras de los organizadores, que abarrotaron el Autódromo Hermanos Rodríguez para atestiguar este “principio del fin”.
Acompañado por su fiel guitarrista Zakk Wylde, el bajista Blasko, el baterista Tommy Clufetos y el tecladista Adam Wakeman, Ozzy Osbourne complació a sus seguidores de varias generaciones con un surtido repertorio que incluyó temas como Bark at The Moon, Mr. Crowley, Shot in The Dark y Mama I’m Coming Home.
Aunque de manera oficial la gira No More Tours 2, que evoca a su álbum de 1991 No More Tears, arrancó en la capital mexicana, Osbourne encabezó el Festival Rockville, en Jacksonville, Florida, el 27 de abril pasado, donde inició la serie de conciertos que lo mantendrán activo hasta 2020.
Ya en 1992, el músico tuvo un primer intento fallido por retirarse del mundo de los conciertos cuando hizo la gira No More Tours tras ser diagnosticado con esclerosis múltiple.

Su tan anunciada jubilación de los escenarios internacionales comenzó un primer tramo en Latinoamérica, con México como punto de partida, y llegará a Chile, Argentina y Brasil en los próximos días.
Para Rogelio Matamoros, un ingeniero mexicano y fiel seguidor de Ozzy Osbourne, la posibilidad de ser uno de los primeros en presenciar la última gira internacional del exlíder de Black Sabbath le despertó “sentimientos encontrados”.
“A mí, como a muchos otros, el adiós de Ozzy de las giras nos genera una emoción de que se está acabando el rock”, dijo Matamoros.
En opinión de este melómano de 46 años, el polémico músico que en 1982 arrancó la cabeza de un murciélago vivo durante un concierto, llegó a la cúspide de su carrera con la gira de Black Sabbath, y en el declive de su salud.
“Este final lo dicta la edad y su estado de salud, pues Ozzy fue un hombre de muchos excesos”, dijo Matamoros, quien pudo ver al británico en diversas ocasiones.
Osbourne fue expulsado de Black Sabbath por consumir sustancias en 1979, etapa en la que alcanzó fama en solitario, rodeado de polémicas y excentricidades.
Matamoros dice que una de las etapas más “odiadas” entre los seguidores del veterano músico llegó a mitad de la década de 1990, cuando protagonizó el reality show de MTV The Osbournes, que plasmaba el día a día de su familia.
“Me sentí un poco avergonzado de ver a Ozzy en un reality show, aunque esa etapa lo ayudó a posicionarse entre las nuevas generaciones que no conocían su música”, dijo Matamoros.

