La actriz y directora Penny Marshall murió en Los Ángeles a los 75 años. Muy famosa en el mundo anglosajón por haber participado en la serie Laverne & Shirley en la década de 1970, sucumbió a las complicaciones relacionadas con su diabetes de forma serena.
Cuando dirigió a Tom Hanks en la película Big (1988), se convirtió en la primera mujer en la historia en hacer una película que recaudó más de 100 millones de dólares. Reeditó esa hazaña cuatro años más tarde con A league of their own, una película sobre los inicios de la liga de béisbol femenino en Estados Unidos.
Precisamente, Tom Hanks, quien luego de Big apareció en más de 60 películas y ganando dos premios Óscar, lideró la cadena de reacciones de afecto. “Adiós, Penny. ¡Hombre, nos reímos mucho! Ojalá aún pudiéramos. Te quiero. Hanx”, escribió en su cuenta de Twitter.
La familia de Marshall se manifestó “desconsolada” y la describió como alguien “que amaba los deportes, haciendo rompecabezas de cualquier tipo, bebiendo leche y Pepsi al mismo tiempo y estando junto a su familia”.
Penny Marshall dirigió a muchas estrellas: Robert De Niro y Robin Williams en Despertares (1990); Whoopi Goldberg en Jumpin’ Jack Flash (1986) y a Denzel Washington y Whitney Houston en The preacher’s wife (1996).