En 2007 hubo varias defunciones de niños picados por escorpiones en Panamá. Se formó entonces una comisión interinstitucional, con expertos nacionales e internacionales, para evaluar el problema del escorpionismo en el país y comenzaron a desarrollarse proyectos de investigación, financiados por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt).
Parte de la información obtenida en dos de estos estudios Âuno sobre la diversidad de toxinas producidas por los escorpiones de importancia médica en Panamá, y otro sobre los análisis toxinológicos de poblaciones de escorpiones de los géneros Tityus y Centruroides de Costa Rica, Colombia y Panamá, usando técnicas moleculares e inmunológicas ha sido recopilada en la obra Los escorpiones y el escorpionismo en Panamá (Volumen I), que fue presentada ayer en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Panamá (UP).
El libro, de 48 páginas, fue escrito por el Dr. Adolfo Borges, biólogo molecular y bioquímico de la Universidad Central de Venezuela, en conjunto con el biólogo y entomólogo Roberto Miranda, del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES) y la profesora Hildaura Acosta de Patiño, farmacóloga de la UP.
En cuatro capítulos, con fotos, ilustraciones, mapas y tablas, los autores explican aspectos biológicos de los escorpiones, las especies que hay en Panamá, datos sobre su veneno y el tratamiento con suero. También ofrecen medidas para prevenir las picaduras, entre ellas: mantener limpios los jardines y repellar paredes que les puedan servir para esconderse a estos artrópodos; así como información sobre los centros de atención locales que cuentan con antiveneno.
Por ahora, la obra se puede consultar en el ICGES y en la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado de la UP, y se repartirá en los centros de salud.