Uno de los principales obstáculos que dificultan la exploración humana de Marte son los altos niveles de radiación solar, una radiación que en la Tierra es absorbida por la capa de ozono, que hace de capa protectora para la vida, pero que en el planeta rojo es demasiado fina para hacer de escudo.
Ahora, un equipo internacional de científicos ha hecho un gran avance y ha diseñado un modelo que calcula los flujos de radiación que llegan a la superficie marciana en distintas regiones del espectro solar.
La investigación forma parte de la misión MetNet (Meteorogical Network), cuyo objetivo es instalar estaciones de observación en Marte para analizar sus parámetros y su atmósfera.
Dentro de esta misión, el sensor MetSIS será el encargado de medir la radiación solar en la superficie de Marte. El modelo permite simular la radiación que incide sobre la superficie de Marte en distintas regiones del espectro solar bajo diferentes escenarios, definidos por la composición de la atmósfera, la latitud y el instante del día y del año.
“Los resultados obtenidos pueden contribuir en la preparación para la exploración humana de Marte”, explica lvaro Vicente-Retortillo, investigador del Departamento de Física de la Tierra, Astronomía y Astrofísica de la UCM y coautor del estudio publicado en el Journal of Space Weather and Space Climate.
“En este artículo nos hemos centrado en las regiones espectrales cubiertas por los sensores de MetSIS, pero es posible hacer las simulaciones en otras zonas del espectro, como las correspondientes al sensor de radiación ultravioleta de REMS, que está a bordo del rover Curiosity”, afirma el científico.
Contar con simulaciones es útil para las diferentes fases de la misión. Por ejemplo, antes del lanzamiento, es importante conocer la radiación que llegará al instrumento en cada banda según distintos escenarios atmosféricos.