Estrellas internacionales, una montaña rusa y más de 700 mil espectadores en siete días: el festival ‘Rock in Rio’ arrancó ayer con cabezas de cartel como Drake o Iron Maiden y actividades en pro de la Amazonía.
Este megaevento, que reunirá a un público especialmente joven de todo Brasil en el Parque Olímpico de Río de Janeiro, cobra una nueva dimensión bajo el gobierno del presidente Jair Bolsonaro, un escéptico del cambio climático acusado de machismo, racismo y homofobia.
En su octava edición en Brasil, el festival nacido en 1985 reafirma más que nunca su deseo de trabajar por “un mundo mejor”, su eslogan desde 2001.
“Nuestro compromiso va mucho más allá de los problemas ambientales, se trata de hacer del mundo un lugar mejor al dar voz a una juventud que durante mucho tiempo se ha visto privada de ella”, afirma Roberta Medina, vicepresidenta de Rock in Rio e hija del fundador del festival que va del 27 al 29 de septiembre y del 3 al 6 de octubre.
La programación tiene jornadas dedicadas al hip hop (Drake), al pop (Pink), al rock (Foo Fighters, Muse), pero también al heavy metal (Iron Maiden).
Más allá de las estrellas del escenario principal, otros conciertos ofrecen duetos especialmente creados para la ocasión, como el del británico Seal con la brasileña Xenia França, o el dúo franco-cubano Ibeyi con el rapero local Emicida.
“Tocar en Rock in Rio es siempre bestial”, expresa Andreas Kisser, guitarrista del grupo Sepultura y figura icónica del heavy metal brasileño, que ha actuado en prácticamente todas las ediciones desde 1991.
El 4 de octubre, Sepultura presentará una canción del álbum que lanzará en febrero. En el escenario, Andreas Kisser usará una guitarra con los colores del arco iris, un mensaje de tolerancia hacia la comunidad LGBT, que se siente maltratada por Bolsonaro.
“Cualquier cosa que ponga en valor el respeto por las diferencias es importante [...]”, afirma. Para él, la intolerancia ha vuelto porque el presidente “pronuncia un discurso que denota falta de respeto y educación”.
En cuanto a la Amazonía, que cobró vigencia por los incendios, el guitarrista alega que Sepultura ha denunciado la deforestación desde la década de 1990 con los álbumes Chaos A.D. (1993) o Roots (1996). “Brasil siempre fue un caos en materia ambiental (...) Se ha avanzado mucho [...] pero desafortunadamente estamos literalmente tirándolo todo a la basura”.
Los organizadores se asegurarán de que los contenedores de residuos tengan menos artículos no reciclables, con “fuertes restricciones impuestas a los proveedores”, dice Medina, quien promete que “el 100% de los desechos será reciclado o reutilizado”.