Del 25 al 29 de septiembre se realizará en San José, Costa Rica, el Congreso Latin CACS, que organiza ISACA– Capítulo Costa Rica en coordinación con los demás capítulos de la región. Expertos de diferentes países, incluyendo Panamá, abordarán temas como las nuevas tendencias en seguridad en las tecnologías de la información y la comunicación, las transformaciones en el mundo digital y el manejo privado de datos y ciberdelitos.
La ciberseguridad es cada vez más una de las principales preocupaciones de las organizaciones en todo el mundo, especialmente cuando están incorporando mayor conectividad, el uso de la nube e internet de las cosas. Esta transformación digital por un lado cambia y mejora la forma de hacer negocios y brindar servicios, pero la seguridad de la información debe ajustarse a los cambios.
En los últimos años se han dado casos muy publicitados de fugas de información en grandes empresas en el mundo. El de la oficina de monitoreo de crédito Equifax, de Estados Unidos, y el de la Comisión de Valores (SEC), el principal regulador de Wall Street son dos recientes.
Equifax sufrió una brecha que dio a los cibercriminales acceso a los datos de más de 143 millones de clientes, que incluyen nombres, números de seguridad social, fechas de nacimiento, direcciones y números licencias de conducir y tarjetas de crédito.
Dos semanas después, la SEC confirma que una intrusión a sus sistemas había ocurrido en 2016, pero fue descubierta el mes pasado, y que podría haber servido para que cibercriminales usaran la información en transacciones ilícitas, detalló la agencia Reuters.
NUEVOS MODELOS Y TECNOLOGÍAS
El informe El Estado de la Ciberseguridad 2017, de Forcepoint, señala que se requiere un enfoque centrado en las personas (trabajadores, socios, usuarios) y en su comportamiento e intenciones en relación con los datos, para poder manejar y mitigar los riesgos en las organizaciones.
La industria necesita sistemas inteligentes e integrados para proveer visibilidad sobre los comportamientos de usuarios y descubrir intenciones con un contexto. Estos sistemas, en conjunto con programas de ciberseguridad, pueden asegurar la fuerza laboral móvil, reducir la carga por incidentes de TI y proveer una seguridad proactiva que promueva la innovación en las organizaciones, detalla el documento.
Algo similar se planteó recientemente en el Fortinet Security Summit 2017 en Panamá. Según la firma de seguridad de redes Fortinet, a medida que la tecnología se vuelve más sofisticada y lucrativa, así también las amenazas. Los ataques, además, se han globalizado y Latinoamérica no está exenta de esta realidad, dijo en una entrevista en ese evento Marcelo Mayorga, responsable del equipo de ingeniería de preventa de la compañía Fortinet para la región Caribe-Latinoamérica (excluyendo Brasil y México).
En la Cumbre de Gartner CIO & IT Executive, Pedro Paixao, gerente general de Fortinet para América Latina y el Caribe, mencionó que el cibercrimen es un negocio multibillonario y los ciberdelincuentes prosperan al encontrar nuevas maneras de explotar los cada vez más complejos ambientes de redes, y las formas anticuadas para asegurar las redes no son capaces de enfrentar estos nuevos imperativos tecnológicos.
Citando cifras de la consultora Gartner, el informe de Forecepoint apunta que el gasto mundial en sistemas de seguridad informática de las empresas alcanzará en este año 2017 los 90 mil millones de dólares, que representa un 7.6% de crecimiento respecto al año anterior, y estima que esa inversión llegará a los 113 mil millones de dólares para 2020.
Por su parte, la compañía de seguridad ESET, advierte que Equifax tiene información de 820 millones de usuarios en todo el mundo y que opera en 24 países, entre ellos, varios de Latinoamérica como Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay.
ESET Latinoamérica recomienda comprobar si hay actividad sospechosa en las cuentas, asegurarse de tener contraseñas fuertes y únicas para cada cuenta que se utilice y activar el doble factor de autenticación. Además, no hacer clic en enlaces incluidos en mensajes de correo sospechosos y considerar cualquier enlace en un correo electrónico no solicitado como potencialmente malicioso. En su lugar, se deben escribir las URL directamente en el navegador.