La sobreexplotación de los recursos pesqueros en el mundo, así como la contaminación que los microplásticos están causando en el mar, figuran entre los mayores desafíos para el futuro del sector, según un informe divulgado ayer en Roma por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
“Para el año 2030 la producción combinada de la pesca de captura y la acuicultura alcanzará los 201 millones de toneladas”, calcula la FAO en el informe de 2018 El estado mundial de la pesca y la acuicultura.
Esta producción es un aumento del 18% con respecto al actual nivel, que es de 171 millones de toneladas.
Este crecimiento, que ha multiplicado el consumo de pescado en todos los continentes hasta llegar a 20.4 kg per cápita en 2016, frente a poco menos de 10 kg por habitante en la década de 1960, requiere medidas clave para que sea sostenible.
“Hay que reducir el porcentaje de poblaciones de peces capturados más allá de la sostenibilidad biológica”, advirtió el director general de la FAO, el brasileño José Graziano da Silva.
La FAO alertó también sobre la necesidad de reducir las pérdidas y el desperdicio, frenar la pesca ilegal, así como la contaminación de los ambientes acuáticos y el cambio climático.
“Hay que poner atención a problemas tales como los restos de los aparejos de pesca abandonados y la contaminación que los microplásticos están causando en los ecosistemas acuáticos”, advierte la entidad. “Se debe dar prioridad a las medidas preventivas que reduzcan la basura marina y los microplásticos. Hay que hacer esfuerzos para actualizar los planes de reciclaje y de eliminación progresiva del plástico de un solo uso”.
