Las fuerzas de seguridad francesas vigilaron el sábado las calles mientras el astro británico del pop Sting reinauguraba la sala de conciertos Bataclan, un año después de que yihadistas suicidas convirtieran el escenario en un baño de sangre en París.
Los afortunados que consiguieron boletos se toparon con centenares de metros de barreras metálicas, cacheos corporales exhaustivos y numerosos policías armados.
Bataclan dijo que todos los mil boletos para ver al exvocalista de The Police se vendieron rápidamente y otras entradas fueron obsequiadas a las familias de las 90 víctimas asesinadas hace un año por extremistas que arremetieron contra los asistentes con armas automáticas y cinturones cargados con explosivos.
Al inicio del espectáculo, Sting, que vestía una camiseta con su guitarra colgada al hombro, solicitó al público en francés fluido que todos dedicaran un minuto de silencio. “Debemos hacer dos cosas importantes esta noche”, declaró el músico. “Primero, recordar y honrar a quienes perdieron sus vidas en los ataques de hace un año... y celebrar la vida y la música en este escenario histórico... No los olvidaremos”.
El artista se acompañó con la guitarra cuando interpretó varios de sus éxitos, como Fragile y Message in a Bottle.
Sting, de 65 años, tocó en Bataclan en 1979 cuando era el vocalista de The Police.
El artista dijo que las ganancias del concierto irán a dos organizaciones caritativas que ayudan a los supervivientes. Más de mil 700 personas han sido reconocidas oficialmente como víctimas del horror ocurrido en el Bataclan, cafeterías en París y el estadio nacional de Francia. Aparte de los muertos, nueve personas siguen hospitalizadas y otras quedaron paralizadas o con heridas irreparables.