La tasa de suicidios subió en Uruguay a niveles que no se veían desde 2002, tras la mayor crisis económica, informó el Gobierno, que está preocupado por el tema y trazó un plan para bajarla en 10% para 2020.
En el marco del Día Nacional de Prevención del Suicidio, el Ministerio de Salud Pública (MSP) uruguayo indicó que entre 2013 y 2016 las cifras fueron en alza: la tasa de 2013 fue de 16.13 casos por cada 100 mil habitantes; en 2014 llegó a 17.4 casos; pero en 2015 y 2016 aumentó a 18.55 y 20.37, respectivamente.
La subsecretaria de Salud, Cristina Lustenberg, aseguró que el suicidio es uno de los mayores problemas sanitarios de la población uruguaya y que el tema “hay que ponerlo en la discusión pública”. Acotó que se trata de una tendencia mundial.
La cartera trazó además un plan por el cual espera poder reducir 10% estos decesos para 2020 y realiza un monitoreo exahustivo del asunto. En 2002, luego de la durísima crisis económica que estalló en el cono sur del continente, Uruguay -de unos 3.4 millones de habitantes- tuvo una tasa de 20.62 casos, cuando en 2001 el registro había sido de 15.04.
Las muertes por autoeliminación en 2016 llegaron a 709, contra 690 por la misma causa en 2002. Expertos reiteran la necesidad de quitar el manto de tabú que existe en el tema y que se ahonde en los aspectos sociales para poder realizar un viraje. Por cada suicidio consumado hay siete intentos fallidos. Las franjas de población más vulnerables son los mayores de 65 años y las personas de 18 a 35 años.

