Un tratamiento con testosterona no mejoró la memoria ni otras funciones mentales en hombres de edad avanzada, concluyó un importante estudio del Gobierno estadounidense que cuestiona las afirmaciones de populares suplementos antienvejecimiento.
Aunque el uso de testosterona pareció fortalecer huesos y reducir la anemia, mostró además indicios de empeorar dolencias coronarias y persisten interrogantes sobre otros riesgos.
Los científicos dijeron que se requieren más estudios para determinar los efectos a largo plazo, el tipo de estudio que la Administración de Medicinas y Alimentos ya les ha pedido a los productores de suplementos que realicen.
“No pienso que nadie vaya a interpretar esos resultados como indicadores de una poción mágica antienvejecimiento”, dijo la coautora Susan Ellenberg, de la Universidad de Pennsylvania.
Los resultados forman parte de cuatro últimos estudios de un proyecto de siete partes financiado mayormente por el Instituto Nacional de la Vejez de Estados Unidos, en los que participaron casi 800 hombres de 65 años o más con niveles bajos de testosterona.
El objetivo era determinar si untarse el gel de testosterona en la piel una vez al día podía tratar problemas de bajos niveles de la hormona masculina, que disminuyen con la edad. La mitad de los hombres en cada grupo usó testosterona y la otra mitad un placebo.
Resultados publicados en 2016 del mismo estudio vincularon el uso de testosterona con una mejora en la capacidad sexual, la fortaleza del caminar y el ánimo.
Las nuevas conclusiones: La testosterona no tuvo efecto en la memoria ni en la función mental, basado en exámenes efectuados antes, durante y después del tratamiento a casi 500 hombres con reducción de memoria debido a la edad.