David Halls, el asistente que le entregó al actor Alec Baldwin el arma cargada que mató a la directora de fotografía Halyna Hutchins en el set del western Rust, expresó el pasado lunes su conmoción y tristeza, en sus primeros comentarios públicos desde la tragedia.
Halls, asistente de dirección de Rust, ha estado en el ojo del huracán desde que admitió en un interrogatorio con la policía que no había chequeado completamente el arma que le entregó a Baldwin antes del incidente que le costó la vida a Hutchins en un set de rodaje en Nuevo México.
En un comunicado enviado a New York Post, Halls reconoció estar “en shock y triste” por la muerte de Hutchins, pero no se refirió de forma directa al tiroteo o a su participación en la cadena de eventos. “Halyna Hutchins no era sólo una de las personas más talentosas con quien he trabajado, sino también era una amiga”, escribió. “Espero que esta tragedia lleve a la industria a revaluar sus valores y prácticas para garantizar que nadie resulte herido durante el proceso creativo”, añadió.
Junto con la armera Hannah Gutierrez-Reed, Halls era responsable de manipular y chequear las armas en el set y anunciar cuando una pistola estaba “fría”, la jerga usada para avisar que un arma está descargada.
Halls les dijo a los detectives que “debió haber chequeado” que todas las balas en el revolver Colt .45 eran falsas. “Pero no lo hice”, reconoció, de acuerdo con información incluida en las órdenes de búsqueda que las autoridades utilizaron para entrar en el Rancho Bonanza Creek, la locación donde ocurrió el incidente.
Una bala disparada por Baldwin durante el ensayo atravesó el cuerpo de Hutchins e impactó en el hombro al director de la película, Joel Souza. Hutchins, de 42 años, falleció.
En su comunicado, Halls también dijo estar “abrumado por el amor y el apoyo”. “Mis sentimientos están con todos los que conocían y amaban a Halyna”.
Su nota se produjo dos días después de que se conocieran los primeros comentarios de Baldwin, de 63 años, quien dijo a periodistas que la tragedia fue “un episodio de uno en un billón”.
La Fiscalía no ha descartado presentar cargos.
