China anunció que efectuó ayer el vuelo inaugural de un nuevo cohete llamado Larga Marcha 8, primer paso de una estrategia que busca desarrollar el primer lanzador reutilizable del país.
La reutilización reduce el costo de los lanzamientos y los hace más viables desde el punto de vista comercial.
Este método es utilizado especialmente por la firma privada estadounidense SpaceX con su Falcon 9.
El Larga Marcha 8 despegó del centro de lanzamiento de Wenchang, en Hainan, y puso cinco satélites en órbita predeterminada, dijo la agencia espacial china (CNSA). “La prueba tuvo éxito”, subrayó en un comunicado, congratulándose de que este cohete “llene un vacío” en la gama de los lanzadores Larga Marcha.
De mediana capacidad, puede transportar cargas útiles de al menos 4.5 toneladas en órbita heliosincronizada, según la CNSA. Se ensambla rápidamente y por eso puede ser competitivo.
“Una versión reutilizable está siendo preparada y estará lista en unos años. Será similar al Falcon 9”, dice Chen Lan, del sitio GoTaikonauts.com, especializado en el programa espacial chino.

