Desde 2006 hasta la fecha, más de 216 millones de dosis de vacunas que protegen contra los cuatro genotipos más frecuentes del virus del papiloma humano (VPH) han sido aplicadas alrededor del mundo.
Desde entonces, se han generado evidencia que han demostrado el impacto de esta vacuna en la incidencia de algunas enfermedades relacionadas con esta infección de transmisión sexual.
Así lo señaló el médico e investigador colombiano Gonzalo Pérez Amaya, ginecólogo, oncólogo y epidemiólogo en una ponencia que brindó en el XIV Seminario Latinoamericano de Periodismo en Ciencia y Salud, en Harvard Faculty Club, en Boston, Estados Unidos.
En total, 132 países han incluido la vacuna contra cuatro genotipos del VPH (6, 11, 16 y 18) en sus programas de inmunización.
Desde 2008, Panamá ofrece esta vacuna a las niñas de 10 años a través del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) del Ministerio de Salud, siendo el istmo el primer país latinoamericano en incluirla para vacunar a niñas de 10 años.
A partir de este año, los varones de la misma edad también están recibiendo el beneficio, dijo Itzel de Hewitt, coordinadora general del PAI.
IMPACTO DEL VPH
La infección por el VPH es tan frecuente en el planeta que la posibilidad de que una persona esté expuesta al VPH —una vez comience su vida sexual— puede ser del 80%, afirma Pérez Amaya.
Se trata de un factor que está vinculado con el desarrollo de diversos tipos de tumores malignos, especialmente el cáncer cervicouterino, explica el investigador.
En América Latina surgen alrededor de 60 mil y 65 mil nuevos casos de cáncer de cérvix cada año, y aproximadamente la mitad de estas mujeres fallecen por la enfermedad, comenta.
En Panamá, el cáncer de cérvix ocupa la sexta posición en la lista de defunciones ocurridas por tumores malignos en el país, registradas entre 2010 hasta 2014 por la Contraloría General de la República. Hubo un total de 166 muertes por esta causa en 2014.
¿Cuál es la carga de la infección por el VPH en hombres y en mujeres?
El riesgo de cualquier persona, sea hombre o mujer, de tener verrugas genitales a lo largo de la vida es de un 10%, que es muy alto.
En hombres, la incidencia de cáncer de ano está aproximadamente entre 1 y 2 por 100 mil habitantes, y está creciendo año por año.
Los hombres no son capaces de generar una respuesta inmune muy efectiva contra el VPH, por lo que permanecen vulnerables, y por eso la frecuencia de detección de infección en hombre es casi del 50% a lo largo de la vida, en hombres desde los 18 hasta los 70 años.
En la mujer es mucho menos porque la frecuencia de infección es muy alta durante su segunda y tercer década de vida, pero después de los 25 o 30 años, la frecuencia de infección cae, y más o menos, se sitúa en un 11%.
Además, se considera que cerca del 11% de las mujeres con citología vaginal [prueba de Papanicolaou, que busca cambios anormales en el cérvix] normal podría tener una infección por VPH.
Si un hombre tiene un genotipo de VPH que no causa verrugas, ¿cómo puede saber que tiene el virus?
Probablemente nunca lo va a saber. Mientras que en las mujeres existe una prueba de tamizaje, en hombres no las hay. No existen pruebas de screening [tamizaje] en hombres, con la excepción de muy pocos grupos de investigación que han implementado pruebas anales en poblaciones vulnerables de hombres que tienen sexo con otros hombres.
Se ha aprobado una nueva vacuna que protege contra nueve tipos del VPH. ¿Qué futuro le contempla a las vacunas contra el virus?
Esa nueva vacuna podría llegar a prevenir hasta el 90% de casos de cáncer de cuello uterino y lograr una muy alta protección contra verrugas genitales.
Con esta vacuna se va a reducir más aún el numero de infecciones de una manera drástica.