La ciudad de los conventos

La ciudad de los conventos


El misticismo del Casco Antiguo de Panamá se refleja en la riqueza histórica y diseño de sus iglesias y conventos coloniales.

Después del ataque del pirata Henry Morgan y la fundación de la nueva ciudad de Panamá en 1673, se contempló el diseño de una ciudad militar que evitara nuevos ataques.

Además de las murallas, se reservaron los espacios para las nuevas estructuras religiosas: la catedral, el oratorio de San Felipe Neri, el convento de La Concepción, el hospital convento de San Juan de Dios, las iglesias y conventos de los agustinos descalzos o de San José, de la Compañía de Jesús, de San Francisco, de Santo Domingo y La Merced.

ARQUITECTURA RELIGIOSA

Se le dio una gran dimensión a los centros religiosos para orar, no solo para el socorro de las almas, sino porque los conventos de monjas jugaban un papel decisivo en lo social, ya que refugiaban a las hijas de familias de sociedad que se quedaban solteras.

Cuando Antonio Fernández de Córdoba delineó la planta y dio la mayor parte de los solares, tomó en cuenta el traslado desde Panamá la Vieja de las siete órdenes religiosas que había en aquel momento.

Entre los agustinos, mercedarios, los dominicos, los juaninos, los franciscanos, los jesuitas y las monjas concepcionistas, ya sumaban unos 60 religiosos en 1691.

Se procedió a levantar sus edificios, con su contenido estético y simbólico que le dieron un sello característico a la nueva ciudad.

Los conventos sufrieron los mismos embates que el resto de las iglesias, principalmente por el fuego de 1737 y de 1756. Fue el caso del convento de Las Monjas y el de Santo Domingo, uno de los primeros en construirse en la nueva ciudad de Panamá en 1678.

CONVENTOS MEMORABLES

El 21 de enero de 1673, durante la ceremonia de la delineación, Antonio Fernández de Córdoba, con la asistencia de autoridades coloniales, entre las que se encontraba el predicador fray Martín de Prado, de la Orden de San Francisco, hizo el trazado de calles y plazas.

El obispo Antonio de León bendijo el centro de la plaza principal, marcó el sitio para la construcción de la catedral y bendijo los solares señalados para erigir los nuevos conventos e iglesias.

El rey Carlos II en 1684 aprobó la fundación del oratorio de San Felipe Neri.

El convento Santo Domingo es uno de los sitios más emblemáticos, asolado por dos incendios en el siglo XVII, que derrumbaron la torre y sus interiores.

Se mantuvieron en pie muros y arcos, con especial mención al arco rebajado, conocido como “chato”.

El antiguo convento de La Concepción era la comunidad de las monjas enclaustradas de la Encarnación, conocido como “el cuartel de las monjas”.

Se dice que la parte del Teatro Nacional era el huerto de las religiosas, que casi no sufrió estragos en el incendio de 1756, según un plano de la ciudad de la época. El monasterio era donde está ahora el Ministerio de Gobierno.

En cuanto al templo y el convento de San Francisco, recibieron un lote amplio de posición privilegiada en la nueva ciudad de Panamá.

Las estructuras se incendiaron en 1737, pero se reconstruyeron.

En la actualidad ya no hay conventos de monjas en el Casco Antiguo, pero quedan vestigios de lo que un día fue conocido como “la ciudad de los conventos”.

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