No solo el estómago puede tener hambre. También el corazón.
Existen ocho tipos de hambre: visual, olfativa, gustativa, auditiva, así como la del tacto, de la mente, del corazón y la celular, de acuerdo con el libro Comer atentos —basado en la herramienta científica “Mindful eating” o “Comer con atención plena”— escrito por la pediatra Jan Chozen Bays y la psicoterapeuta Char Wilkins, especializada en abuso y trauma.
La psicóloga María Eugenia de Martín, que tiene un entrenamiento en esta técnica, brinda detalles.
¿Cuán importante es el momento en que se come?
Comer es una necesidad fisiológica. Necesitas comer para poder subsistir. Es un acto intuitivo: si sientes hambre, buscas qué comer. Pero comer es más que un acto para saciar hambre. Por ejemplo, cuando un bebé toma del pecho de su mamá no solamente está nutriéndose de la leche materna, ya que cuando está tomando del pecho de mamá, incluso de una mamadera, el niño está estableciendo una relación afectiva con su madre a través del acto de comer. En ese momento la mamá mira al bebé, juega con él y este con ella, las miradas se cruzan. La mamá le devuelve los soniditos que él hace, y ella le habla. Todo lo que hay alrededor del acto de comer es afecto.
¿Qué vínculo existe entre alimentación y ansiedad?
Primero, hay que conocer sobre lo que ocurre en nuestro cuerpo al comer.
La combinación de carbohidratos simples con grasas y azúcares simples funciona adentro de nuestro cuerpo como una droga.
Liberan neurotransmisores en nuestro interior, que son los calmantes naturales en nuestro organismo, como son la serotonina y la endorfina.
Tomando en cuenta esto, cuando se come grandes cantidades de comida se libera esto y la persona se calma. (...) Se usa la comida para regular emociones porque esta tiene un efecto neuroquímico en nuestro cuerpo. Por ello, cuando abusamos de cierta combinación de alimentos o ingerimos grandes cantidades de comida, hay un proceso que ocurre adentro de nuestro cerebro. Lo explico con otro ejemplo: Cuando se ha comido mucho, se tiene la sensación de querer dormir y no se desea hacer nada. ¡Ese es el cerebro hablando porque el estómago está muy lleno! Muchas personas regulan la ansiedad comiendo grandes cantidades de comida, pero lo hacen porque “están desconectadas” y “ponen en el cuerpo lo que no pueden resolver en sus relaciones”.
¿Qué elementos son importantes para poner en práctica la herramienta de ‘Mindful eating’?
Para hacerlo hay que estar consciente del momento presente. Eso quiere decir “estar conectado con tus sentidos, con las sensaciones de tu cuerpo, en el momento en que te sientas a comer.
La mente está consciente de lo que está haciendo en el momento o está pensado en otras cosas. Entonces estar consciente es estar atento a la textura de los alimentos que se comen, a su sabor, en qué tanta hambre tiene tu estómago, o si realmente quieres comer porque necesitas hacerlo para tener como una válvula de escape, o porque simplemente huele rico y te provocó, pero no tienes hambre. Es decir, cuando te empiezas a conectar de nuevo con lo que tu cuerpo te va diciendo se está practicando “Mindful eating”. Es saber lo que está pasando en tu interior en el momento en que comes.
¿Quiénes pueden aprender a practicar ‘Mindful eating’?
Todo el mundo puede practicar “Mindful eating”. La idea es que todo el mundo lo haga.
¿Qué trastornos tienen las personas que no logran establecer una relación sana con los alimentos?
Algunos son trastorno por atracón, bulimia y anorexia.
¿La obesidad puede ser otro?
Cuando una persona es obesa, seguro está desconectada de su acto de comer, ya que esta no para y come rápido. La obesidad no es un trastorno, es una enfermedad que puede ser producida por otra, como por el trastorno por atracón, pero no necesariamente porque a veces la obesidad es producida sencillamente por pésimos hábitos alimenticios. Puede también ser inducida por atracón, y por eso hay que hablarlo con el paciente.
Si ‘Mindful eating’ es comer con conciencia y saborear la comida, se requiere tiempo para poder procesarlo. En este sentido, ¿qué tan negativo podría ser comer rápido?
Hay que bajar la velocidad al comer, ya que así disfrutas más de lo que estás comiendo y te das cuenta de lo que está sucediendo. De hecho, recomiendan masticar hasta 25 veces un solo bocado (...) ya que el proceso de digestión empieza en la boca.
¿En qué aspectos se debe enfocar la mente al comer?
La persona debe estar consciente del plato que tiene enfrente en el momento presente. Por eso [es necesario] que mire el alimento, que observe sus colores, las texturas. Que se fije en la cantidad. Que lo huela, y que cuando se lo ponga en la boca, lo mastique hasta que no haya más, y que lo triture, que lo trague y que baje la velocidad.
A la hora de comer es necesario que ponga el cubierto en la mesa, que se dé por lo menos 20 minutos sin mirar el celular o la televisión. Lo ideal es comer a veces solo para que puedas comer en silencio y conectar así con la parte emotiva.