Al tiempo que las escuelas volverán a la normalidad este lunes 7 de marzo, también volverán las dinámicas de pares dentro de los centros escolares, y con ellas la preocupante tendencia del bullying —que ha existido siempre en las escuelas con incipientes o escasos programas o acciones para prevenirlo y atender sus consecuencias— y del cyberbulling, así como el grooming —acoso sexual de un adulto hacia un menor de edad— y las estafas digitales, en las que los adultos abusan de la confianza del menor.
Y uno de los sitios donde están presentes estas formas de violencia digital y, por ende, son de riesgo para nuestros niños y adolescentes son las redes sociales que, para enero de 2022 acumulaban 4 mil 620 millones de usuarios, de acuerdo con el informe Digital 2022 que elaboran We are Social y Hootsuite.
Y entre las redes, una que crece a paso rápido entre los jóvenes es Instagram, cuya audiencia aumentó más de un 6% (85 millones de usuarios) tan solo entre octubre de 2021 y enero de 2022, para un total de mil 478 millones de usuarios.
Frente a ese panorama, uno de los pasos a seguir cuando se trata de proteger a los adolescentes en Instagram es configurar la privacidad de la cuenta para que sea privada, de forma que el joven autorice solo a la gente que conozca, sean familiares o amigos, y que estas personas sean las únicas que puedan visualizar sus fotografías o sus videos.
Otra solución en este sentido sería colocar a las personas de confianza en la lista de “mejores amigos” que tiene Instagram a disposición de sus usuarios y que permite que sus historias solo sean vistas por las personas que forman de ese grupo.
Fuera de estas opciones que ofrecen las plataformas, el diálogo es clave para que sus hijos entiendan la magnitud de una publicación en las redes sociales, tomando en cuenta que lo que se publica en su perfil va dejando una huella digital, algo así como un expediente que permite encontrarlos.
“Los padres o tutores legales tienen que hablarles de estos temas porque justamente la prohibición de uso de estas aplicaciones por el simple hecho de tener miedo no es la solución hoy en día. Lo que sí debemos hacer como adultos es acompañar a los adolescentes y tomarnos el tiempo de concienciarles de las amenazas que pueden sufrir en línea”, dijo Sol González, analista de la compañía de seguridad informática ESET.
El acoso de los trolls es otro de los problemas que enfrentan los jóvenes en las redes sociales, ya que la virulencia de sus mensajes puede tornar su comportamiento en abusivo. Por ello, la función “Palabras ocultas” de Instagram es la indicada para bloquear aquellos términos que pueden ser ofensivos, sean racistas, sexistas, homofóbicos o de cualquier otro tipo. Esta función solo está disponible para los mensajes directos o DM, ya que, “es allí donde las personas suelen recibir ese tipo de contenido”, explicó la plataforma al anunciar sus herramientas para “proteger del maltrato a su comunidad”.
El experto en tecnología Alex Neuman expresó, en cuánto al cyberbullying, que es importante estar al tanto de las herramientas que hay para poner las denuncias, pero más importante aún es que los padres estén pendientes de lo que hacen sus hijos y que en su modelo de crianza —en el que mensaje y acción sean coherentes— les inculquen valores que los alejen de la posibilidad de convertirse en acosadores.
Mientras que, dijo, en una hipotética situación de grooming, “es importante que los niños tengan un escepticismo razonable de cualquier relación que entablen en redes sociales”. “No es tema de meterles miedo pero sí de que sepan cuáles son las consecuencias”, agregó.