El derretimiento en las capas de hielo se ha acelerado tanto en las últimas tres décadas que ahora está en línea con los peores escenarios de calentamiento climático descritos por los científicos.
Un total de 28 billones de toneladas métricas de hielo se perdieron entre 1994 y 2017, según un trabajo de investigación publicado en The Cryosphere ayer. El equipo de investigación liderado por la Universidad de Leeds en el Reino Unido fue el primero en realizar una encuesta global de pérdida de hielo global utilizando datos satelitales.
Resistencia a efectos del cambio climático
Dirigentes del mundo se reunieron ayer de manera virtual en la primera cumbre consagrada a reforzar la resistencia del planeta para hacer frente a los efectos del cambio climático, que organiza Holanda. Se prevé adoptar un “programa de acción de adaptación” para hacer frente al aumento del nivel del mar, las condiciones meteorológicas extremas y las malas cosechas. El primer ministro holandés, Mark Rutte, declaró que su país, del que un tercio del territorio se sitúa bajo el nivel del mar, tiene siglos de experiencia en la protección de la tierra contra el agua y que espera compartirlo con otros. Reino Unido, en tanto, pretende lanzar una coalición qe trabajará para “traducir los compromisos políticos internacionales” en materia de adaptación y de resistencia al cambio climático en “apoyo sobre el terreno a las comunidades vulnerables”.
“Las capas de hielo ahora están en un nivel que coincide con los peores escenarios establecidos por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático”, dijo el autor principal, Thomas Slater, en un comunicado. “Aunque todas las regiones que estudiamos perdieron hielo, las pérdidas de las capas de hielo de la Antártida y Groenlandia son las que más se han acelerado”.
El deshielo de las capas y los glaciares contribuye al calentamiento global e influye indirectamente en el aumento del nivel del mar, lo que a su vez aumenta el riesgo de inundaciones en las comunidades costeras. Los polos norte y sur de la Tierra se están calentando más del doble de rápido que el resto del planeta. En 2020, un año de calor récord, la extensión del hielo marino del Ártico se situó alrededor de la más baja de la historia.

La nueva investigación, que utilizó información de la red de satélites de la Agencia Espacial Europea, encontró que en 2017, la Tierra perdió 1.3 billones de toneladas de hielo, acelerando desde los 0.8 billones de toneladas métricas por año en la década de 1990.
El hielo perdido equivale a una capa de hielo de 100 metros de espesor capaz de cubrir todo el Reino Unido. Otra forma de verlo es como 28 cubos de hielo gigantes —uno por cada billón de toneladas métricas de hielo perdidas— y cada cubo imagínalo más alto que Mount Everest, con 10 kilómetros de ancho, alto y profundidad, dijeron los científicos. “Una de las funciones clave del hielo marino del Ártico es reflejar la radiación solar de regreso al espacio, lo que ayuda a mantenerlo fresco”, dijo Isobel Lawrence, investigadora del Centro de Observación y Modelado Polar de Leeds. “A medida que el hielo marino se contrae, los océanos y la atmósfera absorben más energía solar, lo que hace que el Ártico se caliente más rápido que en cualquier otro lugar del planeta”.
El estudio, que también analizó 215 mil glaciares de montaña en todo el planeta, concluyó que la mitad de las pérdidas se debieron al hielo en tierra, incluidos los glaciares de montaña y la capa de hielo de Groenlandia y la Antártida. Estas pérdidas han elevado el nivel del mar global en unos 35 milímetros.