Desde hace casi un año, María Lucía Alemán asumió sus funciones como directora ejecutiva del Museo de Arte Contemporáneo (MAC), el cual recientemente inauguró un espacio artístico denominado “La Bóveda”, con la exposición artística Proverbo.
Y es en este mismo sitio que Alemán conversa con La Prensa sobre diversos temas, como el desarrollo y aplicación de nuevas narrativas artísticas, el MAC del futuro y su rol en la democracia panameña.
Alemán empieza su trayectoria en el MAC como voluntaria en 2015, después de permanecer 20 años fuera del país. Desempeñó distintas tareas dentro de la institución hasta que en 2019 fue invitada a formar parte de la junta directiva del museo.
Otros proyectos en su haber
El museo inauguró recientemente el espacio ‘La Bóveda’, que busca ser rompedor y distinto en términos de ofrecer a los artistas la mayor libertad suficiente para ser escuchados y expresarse. Por otro lado, el rescate, organización y digitalización de los archivos del museo —una tarea liderada por Mónica Kupfer— está enmarcado en el compromiso del museo por la investigación.
Cuando Luz Bonadíes termina su gestión —a mediados del año pasado— como directora del MAC, Alemán empezó a desempeñar funciones como directora interina y, finalmente, se convirtió en su directora.
“Es un reto bastante grande y, sobre todo, en una coyuntura similar a la que está ocurriendo en otros museos del mundo. No teníamos las respuestas sobre cómo íbamos a salir adelante y ni había un manual de procedimientos sobre cómo hacerlo”, agregó.
En tiempos de pandemia, ello implicó que el rol del museo cambiara considerablemente, con un especial énfasis en cómo el MAC podía brindar un servicio a la comunidad, conformada no sólo por los visitantes y el público en general, sino por la comunidad artística, los donantes y los colaboradores del museo, así como las instituciones gubernamentales que lo apoyan y con las cuáles también se ejecutan los proyectos.
“Uno de los mayores aprendizajes que me quedó fue saber que hay un potencial inmenso para el MAC de servir a la comunidad panameña brindándole experiencias de aprendizaje no tradicionales”, comentó.
Alemán ve en las dificultades que se presentan con la educación en tiempos de pandemia, una oportunidad para que el MAC agregue valor a los estudiantes, porque tiene el potencial de ser un “aula viva” en la que se pueden dar lecciones de, por ejemplo, historia y geografía a través del arte contemporáneo.
Tal es el ejemplo de la muestra Mesotrópicos —disponible hasta el mes de agosto— que exhibe las vicisitudes de los inmigrantes que emprenden sus caminos fuera de sus países de origen, con el objetivo de tener una vida mejor.
Con la finalidad de mejorar la oferta del museo, se están realizando una serie de consultas con diversos actores, como académicos y profesionales de diversas áreas, representantes de diversas etnias, y colectividades como la LGBTIQ+.
Alemán dice que estas consultas se realizan para sondear las diferentes perspectivas de estas comunidades y conocer de primera mano esos temas importantes que el MAC podría abordar para abrir conversaciones, generar reflexión y despertar la curiosidad con la que se aborden los temas importantes de la sociedad, contribuyendo así al desarrollo de la democracia y el sentido crítico de los ciudadanos.
