El músico panameño Danilo Pérez visitó las instalaciones del diario La Prensa y conversó con este diario para adelantar algunos aspectos de la décimo novena edición del Festival de Jazz de Panamá, que se llevará a cabo entre el 10 y el 15 de enero y que se verá marcado por la pandemia dado que se aplicarán diversas medidas de bioseguridad como la reducción del aforo en los conciertos y la verificación del código QR de los asistentes.
En este sentido, Pérez apuntó que se está trabajando, en conjunto con el Ministerio de Salud, para garantizar las medidas de bioseguridad, lo cual ha requerido hacer una inversión considerable. “Pero es necesario tener ese control”, aseguró.
El festival mantendrá un formato híbrido entre la virtualidad y la presencialidad, con la participación de talentos jóvenes a lo largo del país. Entre los artistas de este año figura la cantante panameña Solinka (Solange Arias), también conocida como “la reina de la guaracha”, quien tiene 55 años de vida artística.
Para esta edición XIX del Panama Jazz Festival se tiene previsto hacer un homenaje a Frank Anderson, un pianista panameño nacido en 1929 en Bocas del Toro, el cual se denominará Tocando la Ruta.
Anderson tocó con la cantante Enid Lowe en el espectáculo de Rex Archibold en la emisora de radio CPR en Colón. En la capital tocó con músicos cubanos como los pianistas Pedro Peruchín Jústiz y René Hernández.
“Nuestras investigaciones han demostrado que Panamá es parte de la creación del jazz. No se trata solamente de que recibió esta música, sino que se constituye como una fuente importante para que el jazz pudiera hacerse realidad”, expresó el también Embajador Cultural de Panamá y Artista por La Paz de la Unesco.
A su juicio, esta es una noticia maravillosa, ya que el país colaboró en la existencia de este género musical. “Eso tiene una relación importante con los tres fenómenos económicos que Panamá ha experimentado: el del ferrocarril transístmico, las bananeras y el Canal de Panamá, y todo eso es antes de que existiera el jazz. Ya Panamá tenía esa relación”, explicó Pérez.
Adelantó que en abril se publicará un libro escrito por Patricia Zárate de Pérez explorando esta misma temática con archivos provenientes de la biblioteca de la Universidad de Harvard.
El músico también reivindicó que el rol de Panamá en el jazz forme parte del pénsum académico de las escuelas, y que se creen espacios de investigación que profundicen en las raíces panameñas de un estilo musical admirado por millones en el mundo. “El jazz es parte del ADN del panameño”, agregó.
Por otro lado, manifestó que el Festival de Jazz de Panamá es un aliciente para comenzar el año con optimismo y brindar una vacuna aún más necesaria en estos tiempos de incertidumbre: la de la esperanza. “Más que hacer un evento, lo estamos haciendo por la necesidad que tiene el país de empezar el año con buena vibra”, dijo.
La Fundación
La Fundación Danilo Pérez, establecida en 2005 para promover el jazz, enfrentó un desafío significativo desde que empezó la pandemia: continuar con su labor de brindar arte, educación y cultura a los niños y jóvenes que continúan formándose en el ámbito del jazz.
Desde entonces, lograron el éxito en esa tarea e incluso inauguraron una nueva sede en Betania el pasado 9 de julio para hacer talleres presenciales y conciertos, entre otras actividades. Uno de los retos es el reforzamiento del capital humano para seguir con su misión de generar un impacto positivo en la comunidad mediante la música.


