El mundo todavía se encamina hacia niveles catastróficos de calentamiento global, incluso después de una serie de nuevos compromisos climáticos, de acuerdo con un nuevo informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Si los países no establecen objetivos más estrictos para la reducción de emisiones en el corto plazo, el mundo estará en camino a aumentar su temperatura en 2.7 °C para 2100, según el estudio publicado ayer antes de la cumbre climática de Glasgow, Escocia, destinada a hacer un balance de las promesas nacionales. El aumento de temperatura superará con creces el objetivo establecido en el Acuerdo de París de mantener el calentamiento global por debajo de 2 °C y preferiblemente en 1.5 °C.
En el marco de la ONU, todos los signatarios deben indicar lo que están haciendo para reducir sus emisiones para 2030.
El Informe de síntesis de Contribuciones Determinadas Nacionalmente (NDC, por siglas en inglés) resume esas reducciones y compara el resultado con el camino que el mundo debería seguir para alcanzar los objetivos de temperatura establecidos en París. La proyección de ayer se mantuvo sin cambios desde la última actualización de la ONU en septiembre.
En un análisis separado, la Agencia Internacional de Energía examinó las promesas hasta 2060. Llegó a la conclusión de que cumplirlas pondría a la Tierra en camino a un calentamiento del 2.1 °C para 2100. Ese cálculo supone que los países reducen emisiones a corto plazo en su camino hacia el logro de las ambiciones a largo plazo.
Inquietud por la COP26
En tanto, el primer ministro británico, Boris Johnson, se manifestó “muy inquieto” y prudente respecto al éxito de la versión 26 de la Conferencia de la la ONU sobre Cambio Climático o COP26 que se inaugura el próximo domingo en Glasgow, aunque cree que “se puede llegar” a acuerdos.
“Estoy muy inquieto, puesto que podría salir mal', indicó el líder del gobierno conservador en una sesión de preguntas y respuestas con niños en Downing Street. “Es posible que no logremos los acuerdos que necesitamos”, añadió, “es muy, muy difícil, pero creo que podremos llegar”.
Tras la inauguración de la COP26, el 31 de octubre en Glasgow, el gobierno británico dirigirá dos semanas de discusiones para intentar persuadir a unos 200 países de hacer aún más para reducir sus emisiones (de gases de efecto invernadero), con el objetivo de lograr contener al calentamiento global por debajo de 1.5°C respecto a la era preindustrial, umbral muy ambicioso fijado en 2015 en los acuerdos de París (COP21).
El presidente de la COP26, el británico Alok Sharma, consideró que sería “más difícil” alcanzar un acuerdo en Glasgow como ocurrió en París. Esta COP representa “tal vez, la cumbre más importante de toda nuestra vida en este país”, subrayó Johnson.