Los restos del Titanic, en el fondo del mar desde su famoso naufragio en 1912, estarán protegidos de turistas y exploradores por un tratado entre Estados Unidos y el Reino Unido que entró en vigor ayer.
“Este acuerdo crucial con Estados Unidos para preservar el pecio significa que ahora se lo tratará con la sensibilidad y el respeto debidos al lugar donde descansan 1,500 personas”, afirmó en un comunicado la secretaria de Estado de transporte marítimo, Nusrat Ghani.
El tratado, firmado en 2003 por el Reino Unido, entra ahora en vigor tras ser ratificado en noviembre por Estados Unidos. Este permite a los dos países “conceder o rechazar licencias para entrar o sacar objetos del pecio”, según el comunicado.
El Titanic estaba solo protegido por la Convención de la Unesco sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático.
El gigantesco transatlántico, que partió de Southampton, Inglaterra, el 10 de abril de 1912 con destino a Nueva York, era el más grande del mundo en el momento de su lanzamiento y se hundió trágicamente tras chocar con un iceberg cinco días después. De los 2,224 pasajeros y tripulantes, casi 1,500 murieron.
Desde el descubrimiento en 1985 de los restos del naufragio en aguas del océano Atlántico a 4 mil metros de profundidad, ha sido visitado por incontables buscadores de tesoros y turistas.
Tras una expedición en 2012, un grupo de científicos señaló “daños recientes en el casco del Titanic por submarinos” utilizados para visitarlo. También advirtieron de “cantidades inquietantes de desechos y escombros arrojados por barcos”.