La evolución del rostro humano estáíntimamente ligada a la evolución del cerebro, y esta relación es, además, mucho más compleja de lo que se pensaba hasta ahora, como describe un estudio publicado en el Journal of Human Evolution.
El trabajo analiza la relación entre la base del cráneo y el rostro en todo el género Homo (ergaster, heidelbergensis, sapiens y neandertales). Este trabajo, realizado mediante morfometría 3D combinada con otras técnicas de visualización, ha permitido dividir según factores las pautas de evolución conjunta de la cara y la base del cráneo.
“Una de las regiones corporales que más ha cambiado en el último millón de años de nuestra evolución ha sido el esqueleto de la cara”, explica el investigador Antonio Rosas. “Los cambios acaecidos en el rostro están asociados con la evolución de un cerebro de gran tamaño, que en el caso humano alcanza una media de 1.350 centímetros cúbicos y en los neandertales estuvo cerca de los 1.500”, agrega.