Facebook informa más allá de las publicaciones y fotos que se comparten en su plataforma.
El modo y la frecuencia conque los usuarios publican sus posts pueden reflejar un significado connotativo sobre sus rasgos de personalidad.
Esa es la esencia de un estudio de científicos de la Brunel University London, que evaluó una muestra de 550 usuarios de esta plataforma analizando sus actualizaciones en Facebook.
Los resultados fueron varios. Uno de ellos reflejó que las personas que puntuaron en el análisis como extrovertidas tienden a actualizar con más frecuencia sus actividades sociales.
Es por ello que para aquellos que son más sociables, el controlar los impulsos es “todo un asunto”, explica el psicólogo Rodolfo Justine.
“Creo que Facebook, como medio, dice cosas sobre quién publica, y también es una herramienta para quien está leyendo. Entiendo que habrá personas que usen las publicaciones para ‘conocer’ a alguien, y tal vez esto forme parte de las crisis que viven las parejas [de hoy, cuyos miembros usan la red social]. Compartir publicaciones sobre actividades sociales es una forma de decir qué hice, qué tipo de cosas me atraen, pero dice poco sobre quién soy. El tema con los extrovertidos es que su impulsividad los lleva a publicar lo obvio, lo que les pasa, y no logran enfocarse con otros aspectos de sus vidas”.
Sobre esta postura de los extrovertidos, la psicóloga Xóchitl Mckay de Delgado afirma que Facebook ha permitido conectar a las personas en un mundo “altamente complejo”. Lo explica así: “Los likes o los ‘me gusta’ [dados a una actualización] se pueden traducir como saludos personales. A las personas extrovertidas les resulta más fácil saludar a una persona ‘cara a cara’ que los introvertidos. De alguna forma, recibir likes puede ayudar al cibernauta introvertido a mejorar sus relaciones sociales y elevar su autoestima y autoconfianza, como paso previo para llevarlo al plano físico”.
NARCISISMO EN LA RED
Otro resultado que generó la investigación fue que los narcisistas —personas que cuidan en exceso de su aspecto físico o que tiene un alto concepto de sí mismas— suelen publicar más posts sobre sus éxitos personales y profesionales, así como sus progresos dados en lo que se refiere a su actividad física y a dieta alimenticia, para buscar aprobación constante a través de likes y comentarios de otros.
En este sentido, Facebook viene a ser el “escenario perfecto” para personas con alguna clase de desajuste social para lograr sentirse “que encajan”, sustenta Justine.
Esta red social es, además, “una excelente forma de dar a conocer sus logros, éxitos y conquistas. Interesante que las personas que podemos considerar como ‘mal-adaptadas’ publican de manera ‘fragmentada’ pedazos de sí mismas, partes, pero no presentan una imagen ‘más real’ de sí mismas”.
Sobre este aspecto relacionado al narcisismo, la psicóloga Mckay de Delgado hace la aclaración de que no todas las personas utilizan Facebook como un vehículo “para hacer un culto a la personalidad”. Sin embargo, aclara que sí existen personas con trastorno narcisista, es decir, individuos “muy preocupados por ellos mismos y que carecen de empatía”, que sí usan la red para alimentar su necesidad de admiración.
“Hay que saber usar Facebook y aprovechar la buena información que es difundida en la red a través de personas sanas. Los artículos de las páginas científicas y culturales son excelentes para unir a personas con los mismos gustos”, añade.
‘QUERIDO FACEBOOK’
Facebook también se ha vuelto como un “buen amigo que escucha” y que permite decir cosas que usualmente no se dirían, reflexiona Justine, quien aporta un poco más: “me pregunto si los que publican que aman intensamente a sus parejas se lo pueden decir, e igual si los que no están felices con sus cónyuges son capaces de comunicárselos. Al final, si Facebook es una meditación sobre aquello que quiero decir y el contacto con-lo-real me abruma, ¿no debería ser ese el ejercicio? Decirte lo que siento cara a cara”.
Mckay de Delgado hace la salvedad de que las redes sociales no fueron concebidas para mejorar la autoestima, sino que son medios creados para conectar a personas. “Para mejorar la autoestima se necesitan estrategias psicológicas que no las brinda Facebook, como por ejemplo, valorar el grado de percepción que se tenga de sí mismo y analizar las posibles causas de la baja autoestima y hábitos perjudiciales que podrían conllevar a esto”.
Al final de cuentas, los seres humanos se comunican de una forma distinta a como se hace a través de una red social, reflexionan los psicólogos consultados.
Facebook podría ser una especie de herramienta, concluye Justine, para “ensayar cómo puedo ser y descubrir nuevas partes de cómo soy, que tal vez rodeado de amigos (...) no se logran expresar. Es como cantar en un karaoke: uno puede reírse de uno mismo y al mismo tiempo enfrentar sus miedos y descubrir que el miedo es solo eso”.