La designación de Giselle González al frente del Ministerio de Cultura no tardó en generar expectativas en los gremios que forman parte del ecosistema cultural del país, que hacen una reflexión y un balance de lo hecho hasta el momento y lo que falta por emprender.
Para la vicepresidenta de la Asociación de Teatristas de Panamá (Astep), Sandy Luz Correa, la primera prioridad para la nueva titular del Ministerio —que aún no ha tomado posesión de su cargo— debería ser la reglamentación de la Ley General de Cultura y la creación del Consejo Asesor de Políticas Culturales, encargado de crear las políticas públicas culturales que el país requiere y cuya formación está pendiente desde que se creó, mediante ley, el ministerio.
“Lo más urgente para el país son estas dos acciones que eran el trabajo que tenía que hacer el Ministerio. Por otro lado, tenemos que reconociliarnos y dejar la confrontación que tuvo el ministro Carlos Aguilar con algunos sectores que lo que hicimos fue exigirle trabajar, además de la rendición de cuentas y la transparencia”, expresó.
El Consejo Asesor de Políticas Culturales es, de acuerdo con la ley y como lo indica su nombre, un órgano asesor y de consulta, cuyas funciones son recomendar Micultura “planes, programas y proyectos necesarios para el desarrollo del Plan Nacional de Cultura” y “emitir concepto sobre temas relacionados con la adopción y ejecución de las políticas culturales que le solicite” Micultura. Debió, según la ley, estar instalado en un plazo máximo de seis meses, contados a partir de la fecha de promulgación de la Ley 90 de 15 de agosto de 2019, que creó Micultura.
Correa igualmente espera que prevalezca un clima de respeto hacia los teatristas y que González “esté acompañada de los mejores” en cada área para atender diversas ramas de la cultura, como el teatro, artesanías, entre otros, y que se redacte un manual de uso que fije los parámetros en el alquiler de las salas de teatro, como las del Teatro Balboa, para aquellos teatristas que lo necesiten. Además, apela por la existencia de una jefatura de Teatro que atienda las necesidades de los teatristas.
La secretaria general del Sindicato Nacional de Artesanos de Panamá, Julissa Carrillo, espera igualmente que, con la gestión de González, se abran los canales de comunicación con el sector artesanal en los que predominen el respeto por el artesano y la artesanía nacional.
“Queremos que cese el amiguismo y el clientelismo, que haya transparencia, que se reglamente la Ley de Cultura, y que se escuche y converse con los gremios”, expresó Carrillo, al tiempo que cuestionó la emisión masiva de carnets, en incumplimiento con los requisitos de la Ley 11 del 22 de febrero de 2011 que regula la Artesanía Nacional.
Además abogó por un acercamiento con González para que conozca las necesidades del sector artesanal y, de esa manera, trabajar para encontrar mejores resultados en temas como la promoción y la comercialización de las artesanías.
El presidente de la Asociación Panameña de Artistas Plásticos (APAP), Luis Rudas, manifestó su satisfacción por la designación de González y resaltó su apoyo a los artistas en su cargo como directora del Sistema Estatal de Radio y Televisión. Abogó por una reunión en la que se aborde la posibilidad de una apertura de la sede de la APAP en la Ciudad de las Artes y el apoyo para que se puedan realizar más actividades que promuevan el arte en todo el territorio nacional.
Rudas resaltó, por otra parte, que a Aguilar le tocó el proceso “nada fácil” de la conformación del Ministerio de Cultura y del Plan Nacional de Cultura, y destacó proyectos como la continuación de la Ciudad de las Artes así como de las obras de restauración del museo Reina Torres de Araúz, como aspectos positivos de su gestión.
La presidenta de la Red de Museos de Panamá Amanda Destro abre el compás para el trabajo en conjunto con González y dijo que queda pendiente la formulación de políticas públicas que integren los museos públicos y privados y los centros de visitantes del país, con el fin de desarrollar iniciativas y estrategias para darles visibilidad.
Destacó positivamente la gestión de los salvoconductos para que los trabajadores de los museos pudieran darle mantenimiento a sus instituciones en medio de la pandemia.
La Ley 175 del 3 de noviembre de 2020, General de Cultura, estableció que toda la reglamentación debía ser expedida a los seis meses de la entrada en vigencia de esta ley (11 de noviembre de 2020).