El mundo de la décima está de luto, al conocerse del fallecimiento de Antonio Toñito Vargas, conocido como “El jilguero de La Miel” de Las Tablas. Vargas murió ayer 13 de agosto, por quebrantos de salud que padecía desde hace un tiempo. Hoy cumpliría 80 años.
Toñito Vargas se inició en este ámbito en 1959, en El Sesteadero de Las Tablas, cuando se presentó por primera vez en una tarde de cantadera. Fue en ese lugar donde Benjamín Min Acevedo y Arquimedes Quime Vásquez le dieron la oportunidad de cantar una décima.
En la década del 70, Toñito Vargas, junto a su hermano Manuel Nenito Vargas en la guitarra, grabaron un disco de larga duración que se convirtió en un éxito con las décimas La Corona Vieja y Manos que amasan el día, entre otros temas.
El cantautor es reconocido por contribuir a introducir la décima en la ciudad capital y todo el territorio nacional.
Está entre los que más discos de décimas ha grabado. Su última grabación fue un disco compacto junto a Benjamín Min Acevedo.
Toñito Vargas heredó su arte de su padre Artemio Vargas y aprendió a tocar a guitarra española y la mejorana.

