Vivimos en tiempos de ciencia y tecnología. Se habla de edición genética, de poblar otros planetas o de alargar los años de vida. Como nunca antes, las posibilidades de la humanidad parecen infinitas. Son ideas que han llegado hasta los dibujos animados, como lo demuestra el argumento de Rick and Morty.
Estrenada por la cadena Adult Swim en 2013, Rick and Morty regresa este 10 de noviembre con su cuarta temporada, para retomar las aventuras del viejo científico Rick Sánchez, que 20 años después de abandonar a su familia, vuelve para vivir con su hija Beth, su fracasado yerno Jerry y sus dos nietos adolescentes, Morty y Summer.
A partir de allí, Rick sumergirá a su familia, en especial a Morty, en toda clase de aventuras a través del espacio, el tiempo y de realidades paralelas, convirtiendo cada episodio en un festín de emociones.
El gran problema del intrépido Rick, más allá de su alcoholismo, narcisismo, egoísmo o rasgos depresivos, es que todo el conocimiento acumulado que lo ha llevado a convertirse en “el hombre más inteligente del universo”, lo ha empujado también a la conclusión de que nada realmente importa. Frases como: “Nadie existe a propósito. Nadie pertenece a ningún lugar. Todos vamos a morir. Vamos a ver la tele...” o “El universo es como un animal, se alimenta de lo anodino. Crea infinitos idiotas para luego comérselos”, hacen que detrás de cada chiste de la serie creada por Justin Roiland y Dan Harmon, se esconda toda una batalla entre la lógica y las emociones.
El díscolo Rick, que vive su vida en base a las pruebas científicas, y Morty, más idealista y que se deja llevar por sus sentimientos, son una dupla que gracias a sus diferencias, y a veces similitudes, han sabido ganarse a la audiencia.
Prueba de ello es que en 2017, un grupo de fanáticos protestaron frente a diversas sucursales de McDonald’s de Estados Unidos para obtener una versión de la “salsa szechuan”, lanzada para promocionar la película Mulán de 1998, y que fue mencionada durante la tercera temporada de Rick and Morty, o que incluso se pusiera a la venta en el portal de compras digital eBay un paquete de esta salsa por casi 15 mil dólares.
La crítica tampoco ha ignorado la serie que comparte reflexiones como que “las bodas son básicamente funerales con un pastel”, otorgándole puntajes de excelencia.
El portal www.rottentomatoes.com ha calificado la serie con un 94% de aceptación por parte de los críticos, mientras que la página imdb.com le dio 9.3/10 a sus tres primeras temporadas. New York Magazine la define como “uno de los mejores shows de la televisión”, mientras que la cadena radial Triple J reflexiona que “para un show que parece tan inclinado a que nada significa nada en absoluto, Rick and Morty tiene bastante que decir”.
Y es que aparte de su filosofía, la ciencia que envuelve la serie también ha sido punto de halagos. En internet se pueden encontrar las opiniones de algunos conocedores de la materia, que explican lo bien lograda que está la serie en la utilización de términos y datos científicos, comparándola con otras producciones de ciencia ficción como Star Trek. Como cuando se refirieron a la llamada hormona del amor (oxitocina): “Escucha, Morty, odio decirte esto pero eso que la gente llama ‘amor’ es solo una reacción química que obliga a los animales a reproducirse”.O cuando hablaron de teorías como la panspermia planetaria: “¿Acaso crees que la vida se desarrolló por ella misma en la Tierra”.
Y no es que Rick and Morty sea pionera o necesariamente lo más destacado en cuanto a series animadas que entran en el ámbito filosófico o crítica social; siempre se puede mencionar a Los Simpsons, South Park o Bojack Horseman, pero el hecho que Rick, “el hombre más inteligente del universo”, de vez en cuando sucumba ante sus emociones a causa de su familia, hace pensar que quizás si hay “algo” más grande y poderoso que la existencia humana y se encuentra dentro de cada persona.