A las puertas del desierto marroquí, en las estribaciones del Alto Atlas, se erige una aldea fortificada de tarjeta postal, Ait bin Hadu. Tras sus murallas de color ocre se han filmado varias películas y series de culto, como Game of Thrones (GoT).
En este sitio, clasificado como patrimonio mundial de la Unesco, con vistas a un valle, el tiempo parece haberse detenido.
A unos 30 km de los estudios de Uarzazate, la “Meca” del cine marroquí, Ait bin Hadu es el más célebre de los ksars (pueblos amurallados) del sur del país, un conjunto de viviendas colectivas construidas en arcilla.
Una vez franqueada la imponente puerta de entrada al ksar, un laberinto de intrincadas callejuelas sinuosas conduce hasta una plaza donde los habitantes otrora se reunían.
Este pueblo aún cuenta con una mezquita, granero y dos cementerios, uno para musulmanes y otro para judíos. La mayoría de sus habitantes ha partido y algunas de las casas se han convertido en puestos de artesanía.
Desde Lawrence de Arabia hasta La momia, pasando por Gladiator, este ksar ha acogido a varios grandes éxitos de taquilla.
En este sitio también se filmaron escenas de Game of Thrones. Ait bin Hadu se ha convertido en la ciudad de Yunkai, que logra conquistar Daenerys Targaryen.
En el poblado trabajan con los pocos medios disponibles para crear un museo de fotografías de los rodajes.
Este museo podría inaugurarse antes de un posible regreso de “GoT” a la aldea: la cadena de televisión estadounidense HBO encargó un prólogo titulado House of Dragon. Y George R.R. Martin, autor de los libros en que se basa la serie, señaló en su blog que Marruecos albergaría parte de las locaciones de la filmación.

