Un gavilán que semanas atrás recibió un meticuloso trasplante de plumas en sus alas volvió a volar durante pruebas en una clínica con vista a ser liberado en algún bosque de El Salvador.
“El proceso de recuperación va muy bien, el ave va ganando resistencia, tonicidad muscular y esperamos liberarlo en unas cuantas semanas”, dijo Josué Coto, cirujano veterinario del Ministerio de Medio Ambiente.
La historia del gavilán se remonta a julio pasado cuando el ave escapó del cautiverio al que era sometido por un hombre y llegó al patio de su vecino, que al ver las alas cercenadas del ave la entregó a la policía.
Coto encabeza el equipo veterinario que cuida del gavilán café (Rupornis magnirostris), el cual a mediados de septiembre pasado recibió un trasplante de plumas.
El ave rapaz de patas amarillas, ojos vivaces y vigilantes, ha sido puesta desde hace unos días a pruebas de vuelo. En el lugar, un equipo de especialistas veterinarios dirigidos por Coto, preparan cuidadosamente al gavilán para su práctica de vuelo, que dura a lo sumo una hora a diario. Mientras el ave agita con vigor sus alas, que lucen nuevas plumas con estrías blancas y café, es mantenida sujeta a una cuerda de un metro de largo para evitar que escape.
'La actitud del gavilán ha sido positiva [...]. Siempre trata de volar y huir [...]”, agregó Coto.
La liberación del gavilán dependerá de que no se canse rápidamente y logre mantener su resistencia de vuelo.