Una denuncia de violación ha puesto en jaque la versión española del programa de telerrealidad Gran Hermano, de la que grandes compañías como Nestlé o BBVA han retirado la publicidad para no verse afectadas.
La justicia está investigando la denuncia presentada por una de las participantes del programa, Carlota Prado, quien dice haber sido violada por otro concursante, José María López Pérez.
La joven afirma que en noviembre de 2017 cerca de Madrid, se encontraba inconsciente después de una fiesta en la que se consumió mucho alcohol.
En aquel momento, los productores expulsaron a López Pérez del programa de la cadena Telecinco.
La supuesta agresión ocurrió con los dos bajo un edredón, y las imágenes nunca se difundieron. No obstante, el caso ha vuelto a la actualidad después de que el diario El Confidencial reportara recientemente que al día siguiente de la presunta violación, Carlota Prado tuvo acceso a las imágenes, y se vino abajo al verlas.
“Tendría que haber estado una persona a mi lado, un psicólogo o alguien que me ayudara a enfrentarme a esas imágenes tan duras. Jamás me preguntaron si yo quería ver eso (...) si me llegan a preguntar, hubiera dicho que no”, dijo Prado a El Confidencial sobre ese suceso.
Mediaset España, el grupo propietario de Telecinco, dijo en un comunicado que está siendo víctima de una campaña de “desprestigio” por parte de grupos mediáticos rivales, y aseveró que seguirá atento a “los resultados de la investigación y al esclarecimiento total de los hechos, respetando la intimidad de las personas afectadas.”

