El escándalo Facebook despertó la inquietud y las dudas de los internautas sobre el uso de sus datos recabados por las redes sociales y los motores de búsqueda.
A continuación, un resumen de cómo funcionan
Datos que recoge. Todo lo que un usuario escribe, por ejemplo en su página Facebook o en otras de sus “amigos”, todas las fotos o videos que publica, todos los “Me gusta” sobre los que cliquea, todo lo que comparte, todo lo que consulta, la identidad de los usuarios con los que interactúa, o su geolocalización. Lo mismo sucede con Instagram y WhatsApp, filiales de Facebook, Snapchat o Twitter, aunque el abanico es menor en estas últimas plataformas.

Datos que vende. Facebook asegura que no vende a sus clientes anunciantes los datos personales identificables o los datos agregados. Lo que vende es la posibilidad de que un anunciante llegue entre los usuarios de Facebook al público al que apunta, multiplicando así la eficacia de una campaña.
Twitter, por su lado, vende tuits, o más bien el acceso a un motor de búsqueda interna para ver todos los mensajes publicados en un lapso.

Lo que comparten. La inmensa mayoría de las redes sociales abren sus puertas a compañías externas que crean aplicaciones que se nutren en parte o totalmente de la explotación de los datos de usuarios de esas redes. En el caso de Facebook, la parte pública, es decir, toda la página para algunos, únicamente el nombre, apellido y la foto para otros, no necesita autorización del usuario. Únicamente los datos bancarios o de pago que posee Facebook están fuera de límites.
Lo que recogen. Todos los datos que conciernen a las búsquedas, la geolocalización u otros datos consultados. Como Google, Yahoo! (grupo Oath) o Bing (Microsoft), los principales motores de búsqueda están integrados en los gigantes de internet que proponen varios otros servicios a los internautas. A través de ellos, los grupos recaban datos adicionales, que cruzados con los recabados de los motores de búsqueda, trazan un perfil aún más preciso del internauta. “No precisas decirle a Google tu edad o tu sexo”, explica Chirag Shah, profesor de la Universidad de Rutgers y especialista en datos en las redes sociales. “Pueden determinarlo gracias a una multitud de factores”.

Lo que venden. Al igual que las redes sociales, sus ingresos provienen en gran parte de la publicidad. No venden datos, sino el acceso a un consumidor de características muy precisas, fruto del cruce de datos del motor de búsqueda, pero también en el caso de Google, de todas las búsquedas y contenidos vistos en YouTube, su filial. Google incluso desde hace tiempo explota el contenido de los mensajes electrónicos de los internautas con una cuenta Gmail, pero en junio pasado anunció que no lo hará más.
Lo que comparten. Abren las puertas a otros programadores y a las aplicaciones y a las redes sociales. En Estados Unidos no existe casi ninguna ley que proteja la utilización de datos provenientes de las redes sociales o motores de búsqueda. Pero la autoridad reguladora, la Federal Trade Commission (FTC), las vigila y ha sancionado a Facebook a partir de 2011 por su gestión de datos personales. También concluyó un acuerdo con Google en 2013 por prácticas que atentaban contra la competencia.
