Cuando aún hay países en el Caribe sufriendo las consecuencias de poderosos huracanes como Harvey, Irma y María, llega a Panamá el documental La verdad incómoda 2 (An Inconvenient Sequel: Truth to Power), secuela de An Inconvenient Truth (2006).
Esta semana, el Ministerio de Ambiente de Panamá y el Centro de Incidencia Ambiental (CIAM) organizaron funciones especiales para ver esta producción, dirigida por Bonni Cohen y Jon Shenk, y que aborda todo el trabajo y lobby que hizo el exvicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, para que se concretara un instrumento internacional para enfrentar la crisis climática.
BASE CIENTÍFICA
A pesar de la evidencia científica y estadística, las sequías, olas de calor, inundaciones, derretimiento de los glaciares, aumento del nivel del mar y fenómenos climáticos extremos más frecuentes que han causado grandes pérdidas, devastación y “refugiados climáticos”, todavía hay detractores de la ciencia del clima. Incluyendo al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que en algún momento opinó que el cambio climático era un “invento de los chinos” para afectar la economía estadounidense.
Si bien es cierto que los procesos naturales en la Tierra son dinámicos, y que los gases de efecto invernadero (GEI), entre ellos, el dióxido de carbono o CO2, ocurren naturalmente y son esenciales para la vida, después de 150 años de industrialización y el aumento exponencial de la población, que demanda cada vez más recursos y energía, se ha generado un desbalance y aumento de las concentraciones de estos gases en la atmósfera, con resultados adversos.
En ese sentido, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha concluido que “el cambio climático es real y las actividades humanas son sus principales causantes”.
La concentración de GEI en la atmósfera terrestre está directamente relacionada con la temperatura media mundial de la Tierra, indica el IPCC. “Esta concentración ha ido aumentando progresivamente desde la Revolución Industrial y, con ella, la temperatura mundial”, señala.
CARISMA Y PODER
Desde la Cumbre de Río en 1992 se empezó a generar un mayor debate en relación con los temas ambientales. En 1997 se firmó el Protocolo de Kyoto, para reducir las emisiones de GEI (que entró a regir en 2005). Luego, los políticos pasaron casi dos décadas conversando. Los países ricos y pobres no se ponían de acuerdo en quién era responsable del cambio climático, quién tenía que pagar para reducir las emisiones, y cómo se distribuirían responsabilidades, acciones y costos.
Entre escenas paisajísticas, testimonios, conversaciones y entrevistas, La verdad incómoda 2 lleva al espectador a los sitios donde ocurren los desastres y donde es notorio el cambio en la naturaleza debido a una mayor temperatura.
Es un viaje en el camino hacia la XXI Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebró en París, Francia, del 30 de noviembre al 13 de diciembre de 2015, y que dio como resultado el histórico Acuerdo de París, que busca bajarle la fiebre al planeta movilizando las inversiones e impulsando estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático.
Desde abril de 2016 este acuerdo ha sido ratificado por 168 naciones, incluyendo Panamá.
Poder, política y dinero son elementos clave en el documental, que brinda una mirada tras bastidores de cómo funcionan las cosas en torno a los tomadores de decisiones.
Al Gore lleva 40 años hablando de estos temas. Carismático para algunos, este “evangelista” de la transición de un mundo impulsado por los combustibles fósiles hacia uno más limpio, con energías renovables, en la vida real también tiene sus oponentes.
Su lucha, común a la de muchos ambientalistas -que no siempre cuentan con fondos para trabajar- no es fácil, a pesar de su imagen, recursos y “contactos”. A ratos hay resultados positivos, pero también reveses.
Como cuando Trump anunció este año que iba a retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París. Una noticia que “incomodó” al mundo, que espera un mayor liderazgo de Estados Unidos en esta materia, ya que ha sido uno de los mayores contaminantes.
El documental lleva a reflexionar sobre este largo proceso. Pero también en qué está haciendo cada uno como ciudadano del mismo planeta.