Dos mujeres pioneras en una profesión dominada por hombres, las irlandesas Yvonne Farrell y Shelley McNamara, fueron recompensadas ayer con el prestigioso premio Pritzker, el equivalente al premio Nobel de arquitectura.
Educadoras y arquitectas que se conocieron en la Universidad de Dublín y trabajan juntas en su firma Grafton Architects desde hace más de 40 años, Farrell y McNamara “crean espacios que son a la vez respetuosos y nuevos, honrando la historia al tiempo que demuestran un dominio del ambiente urbano y el oficio de la construcción”, dijo en un comunicado la Fundación Hyatt, que auspicia el premio.
Es la primera vez que el Pritzker es otorgado a un dúo de mujeres.
“Pioneras en un campo que tradicionalmente ha sido y aún es dominado por hombres”, Farrell y McNamara “son también faros para otras mujeres al forjar su camino profesional ejemplar”, dijo el jurado.
“La arquitectura podría ser descrita como una de las actividades culturales más complejas e importantes del planeta”, dijo Farrell, de 69 años, tras recibir la noticia.
“Ser arquitecta es un enorme privilegio. Ganar este premio es un respaldo maravilloso a nuestra convicción en la arquitectura”, añadió en el comunicado.
El dúo con sede en Dublín ha diseñado varias instituciones cívicas, culturales y académicas como el campus universitario de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC) de Lima, en 2015, así como complejos de viviendas que dialogan constantemente con los elementos naturales, equilibrando fuerza y delicadeza.
“Sus obras son impactantes, modernas y nunca se repiten o imitan, tienen su propia voz”, indicó la Fundación Hyatt.
Una de sus grandes obras es el monumental edificio sostenible de la UTEC, en el barrio limeño de Barranco, construido verticalmente en una quebrada, ganador del premio internacional RIBA y considerado por los jueces del Pritzker como un “Machu Picchu moderno”.
Las arquitectas dijeron que en efecto habían sido inspiradas por la gran ciudad inca, con sus terrazas superpuestas.
El edificio atrae el aire fresco del Pacífico, generando corrientes naturales que reducen la necesidad de usar aire acondicionado. También aprovecha los ciclos de luz y sombra para ahorrar energía eléctrica.