El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, espera saber hoy si la justicia británica decide finalmente extraditarlo a Estados Unidos, que lo reclama para juzgarlo por espionaje y podría condenarlo a hasta 175 años de prisión.
En un caso que sus defensores denuncian como clave para la libertad de prensa, Assange conocerá en una vista en la corte penal de Londres si la jueza Vanessa Baraitser considera pertinente la petición de extradición presentada por la justicia estadounidense.
Sin embargo, su decisión puede ser recurrida por ambas partes, lo que podría prolongar la larga saga judicial que rodea a Assange desde el año 2010, poco después de que su web WikiLeaks publicase cientos de miles de documentos militares y diplomáticos confidenciales que pusieron a Estados Unidos en más de un aprieto.
Entre ellos figuraba un vídeo en que se veía como helicópteros de combate estadounidense disparaba contra civiles en Irak en 2007, matando a una docena de personas en Bagdad, incluidos dos periodistas de la agencia noticiosa Reuters.
Antes de pronunciarse, la justicia inglesa examinó detenidamente la solicitud estadounidense para asegurarse de que no sea desproporcionada o incompatible con los derechos humanos.
Las vistas celebradas en septiembre, tras meses de retraso debido a la pandemia del nuevo coronavirus, estuvieron marcadas por las protestas a las puertas del tribunal, donde partidarios del australiano enarbolaron pancartas que decían “¡Encarcelen a los criminales de guerra, liberen a Julian Assange!”.
“El futuro del periodismo está en juego”, dijo entonces el redactor jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson.
Afirmando temer que Assange, cuya salud física y mental pareció muy debilitada, se quitase la vida, su compañera sentimental, Stella Moris, entregó en septiembre a la oficina del primer ministro británico, Boris Johnson, una petición con 800 mil firmas contra su extradición.
Su defensa denunció en el pasado que el presidente estadounidense Donald Trump quería hacer con él un castigo “ejemplar” en su “guerra contra los periodistas de investigación”.
Esta ahora por ver cuál será la actitud del presidente electo estadounidense, el demócrata Joe Biden, que en unos días reemplazará a Trump en la Casa Blanca.
Hasta ahora Estados Unidos ha defendido que Assange no es periodista sino “pirata informático”.