El Instituto Panameño de Habilitación Especial (IPHE) presentó recientemente el proyecto Árbol Robot, mejor conocido como MYRot, que busca servir como una herramienta tecnológica para el seguimiento y el refuerzo de las tareas desarrolladas en los niños con el Trastorno del Espectro Autista (TEA).
El MYRot es una suerte de representación del árbol barrigón de Panamá, en cuyo tronco se coloca una tableta con una imagen de un rostro –ojos, cejas y boca– que puede expresar gestos –feliz, enojado, triste y confundido– y que mediante una bocina inalámbrica transmite la voz del especialista que trabaja con el niño –maestro, psicólogo, fonoaudiólogo, terapeuta ocupacional, entre otros–, quien desde la aplicación del robot –instalada en su celular–, podrá hablar con el pequeño y crear la ilusión de que el árbol es el que habla.
De acuerdo con el IPHE, este tipo de conexión a distancia permite al especialista atender a los pacientes o estudiantes en su hogar.
El proyecto, cuyo costo total asciende a $30 mil, fue financiado por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación a través de una convocatoria pública. El valor de cada árbol oscila entre $2 mil 500 y $3 mil 500.
Los creadores del Árbol Robot son Herminia Peña y Leonel González y el robot fue presentado en el tercer Congreso Internacional New Friends de Robótica Social, que se desarrolló en la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP). Allí, la iniciativa fue galardonada como “Mejor proyecto”.
El proyecto donó seis árboles al IPHE, destinados a las sedes de Chiriquí, Herrera, Veraguas, Penonomé, Betania y Tocumen, y uno a la Fundación Laboral Jóvenes con Discapacidad.
Para el decano de la Facultad de Ingeniería Mecánica de la UTP, Julio A. Rodríguez, con esta iniciativa “se marca un precedente tecnológico de atención especial e importante en la vida de miles y miles de niños, jóvenes y adultos de este país”, informó la UTP en su sitio web (utp.ac.pa).
Rodríguez recordó que el proyecto surgió luego de que la bióloga botánica Herminia Peña creó el Árbol MyRot con la idea de contar historias en ferias de libros y escuelas, en 2018.
En ese mismo año, dijo, un grupo de estudiantes e ingenieros en Mecatrónica creó la primera versión de la App de MyRoT para participar en el III Congreso New Friends.
Según Peña –citada por la web de la UTP–, Myrot es “personalizable debido a que el especialista es quien realiza la intervención según la condición y nivel de déficit que tenga el niño, algo que sería inviable en un robot autónomo, ya que se tendría que programar cada vez que el niño obtenga un avance en sus objetivos”.
En tanto, González, quien es técnico con especialización en Automatización Industrial e investigador principal del proyecto, explicó: “lo que pretendemos es reforzar la educación especial en todo el país, mediante esta herramienta tecnológica que capta la atención de los niños y facilita el proceso enseñanza-aprendizaje cuando el especialista realiza las tareas de refuerzo o seguimiento a los niños con TEA y con necesidades educativas especiales dentro del aula de clases. Generaremos un modelo a seguir para otros países”.


