Ferran Adrià se colocó de nuevo el delantal, Joan Roca innova en la intimidad de su casa, Andoni Aduriz apoya a los productores locales, otros cocinan gratis para hospitales. Los chefs siguen activos durante la pandemia mientras reflexionan sobre su propia supervivencia.
La pandemia obligó a los grandes chefs de medio mundo a echar el cierre de sus selectos restaurantes, pero en seguida encontraron formas de movilizarse gracias a la cocina, tan universal como indispensable durante un encierro.
Incluso el legendario Ferran Adrià, casi una década después de haber dejado de deleitar los paladares en elBulli (España), regresó a la cocina para que sus seguidores de Twitter preparen las recetas con las que alimentaba a su brigada.
Aduriz cocina en Instagram con un doble objetivo: concienciar sobre el consumo de los productos del campo y de temporada que ahora “estaríamos ofreciendo los restaurantes” y mostrar cómo se preparan estos alimentos porque hay “mucha gente confinada que no ha cocinado en su vida”.
A caballo de la ola de solidaridad desatada también en Francia, el brasileño Raphael Rego, chef del restaurante OKA en París, emplea su cocina para preparar ágapes destinados a los sanitarios de tres hospitales, desbordados por la Covid-19.
300 platos la semana pasada, 500 esta, sufragados con su bolsillo.
“Cocino un plato y un postre. Priorizo lo sencillo. Por ejemplo, espárragos y nabos, que acompaño con patatas y una vinagreta. Compro un poco a los proveedores y ellos me regalan otro poco. Así nos ayudamos todos”, explica el chef.
“Vamos a tener que estar un tiempo sin ese visitante de fuera y la supervivencia dependerá de cómo hayamos sido capaces de mantener nuestra relación con el gastrónomo local”, corrobora el chef Joan Roca, cuyo restaurante catalán El Celler de Can Roca, cuenta con más clientes nacionales.
Para este chef que sigue cocinando “muchísimo” en casa, la crisis se llevará “muchos proyectos por delante, pero afectará más a modelos poco sólidos”, mientras que quienes resistan volverán a “lo esencial, incluso en términos de cocina”, según dijo al sitio especializado 7caníbales.
Para Aduriz, chef de un “proyecto creativo” más que de un restaurante, la opción pasa por dilatar la apertura del Mugaritz o “reforzar lo que somos y ser más disruptivos”.