La ciudadela inca de Machu Picchu comenzó esta semana a recibir turistas, tras haber estado desierta desde marzo pasado, tal como permaneció durante unos cuatro siglos hasta que fue “descubierta” por el explorador estadounidense Hiram Bingham, en 1911.
Los primeros turistas en casi ocho meses que ingresaron a la ciudadela de piedra fueron dos parejas, una francesa y otra chilena, al día siguiente de que fuera reabierta con una ceremonia ritual inca. “Estamos muy contentos de estar hoy en Machu Picchu”, dijo Véronique, una francesa a quien la pandemia sorprendió en marzo en Perú con su marido y sus dos hijos pequeños.
Como antes de la pandemia, los buses con turistas volvieron a llegar este lunes cada 15 minutos desde Machu Picchu Pueblo, la aldea más próxima a la mítica ciudadela inca.
Los hoteles de Machu Picchu Pueblo, una aldea que antes se llamaba Aguas Calientes, comenzaron a reabrir el domingo, pero muchos siguen cerrados.
El ingreso a la ciudadela es ahora sumamente controlado, aunque temporalmente gratuito.
En la entrada, todos deben pasar por un control de temperatura, tanto guardaparques como visitantes, que en este primer día de reapertura eran en su mayoría ciudadanos peruanos.
La reapertura de la ciudadela coincidió con el 75 aniversario del poema “Alturas de Macchu Picchu”, del chileno Pablo Neruda (1904-1973), quien es considerado el “descubridor poético” del sitio.
El poema ayudó a darle difusión planetaria a esta maravilla del mundo moderno, en una época en que no existía la televisión, internet ni redes sociales.

