En septiembre de 1983 salió de la imprenta el libro Este tu candado ahogándose de llaves, que incluía 19 poemas de Ramón Oviero impresos en papel grofado, y 11 ilustraciones de Mario Calvit impresas en cartulina marfil satinada.
Aquella edición, de solo 100 ejemplares, fue presentada por el laureado poeta César Young Núñez, de quien Calvit también tiene un proyecto similar por terminar, que consiste en darle corporalidad visual a los versos de Young Núñez.
En octubre de 2018, en el ámbito de la semana dedicada al premio literario Ricardo Miró, se efectuó en la Biblioteca Ernesto J. Castillero (Binal) un evento en torno a esta obra de los maestros Oviero y Calvit, actividad en donde la escritora Ela Urriola hizo un análisis de esta “ilustración poética”, como la definió Calvit.
Mario Calvit, artista panameño.
En aquella iniciativa, Silvia Calvit, esposa de don Mario, y en representación de su marido, le ofreció a la Biblioteca Nacional, en agradecimiento por este emotivo acto, una labor creativa de su compañero de vida.
Llegó el día
La donación se postergó por problemas de salud que ha tenido en los últimos meses don Mario, pero en cuanto esta leyenda viva de la plástica estuvo en condiciones, quiso cumplir su palabra.
Por eso, la donación se concretó ayer miércoles en la casa de la familia Calvit, en presencia de Silvia y don Mario, la curadora Nancy Calvo, y María Magela Brenes, directora general de la Binal.
Momentos
La obra entregada es un paisaje, que junto a los caballos, la naturaleza muerta y los bodegones, son las marcas de la paleta de Calvit.
En esta pieza en acrílico, titulada El Día (2017), se muestra la naturaleza con la pasión característica que le imprime Calvit a sus criaturas de formas y colores. “Posee los claroscuros, la luminosidad y el misterio que están presentes en la naturaleza”, explica Mario Calvit, quien cumplió 86 años el pasado 29 de enero.
Para él, contribuir con el acervo de la Binal es un honor. “La Biblioteca Nacional representa el compendio que recoge la vida cultural de Panamá”.
María Magela Brenes, por su parte, manifestó que hace dos años la Binal elaboró un inventario de pinturas y esculturas de autores nacionales que ellos tienen, y que en aquella ocasión hizo un pedido público para que los artistas donaran sus obras a esta institución. “Uno de los primeros en responder ese llamado fue Calvit”, recuerda.
Mario Calvit cerró la donación ayer contando una serie de vivencias que tuvo en compañía de otros tótems de la pintura panameña: Alfredo Sinclair, Guillermo Trujillo, Alberto Dutary y Manuel Chong Neto.