La cineasta alemana Margarethe Von Trotta ha dejado atrás su cine de lucha y reivindicativo para contar, desde el melodrama, la historia de su propia vida, porque El mundo abandonado, su último filme, es la narración de cómo encontró a una hermanastra oculta, un secreto del que su madre jamás le habló.
“Las mentiras están por todas partes y todos mentimos con una cierta banalidad, pero cuando te toca a ti duele. Y mucho”, comenta la directora de Hanna Harednt (2012) y Rosa Luxemburg (1986).
Explica Von Trotta (Berlín, 1942) que esta es su cuarta película sobre hermanas pero, en realidad, la tenía en mente desde que unos meses después de estrenar en 1979 Las hermanas o el balance de la felicidad.
Von Trotta, que ya estaba preparando Las hermanas alemanas, que se estrenó en 1981, sentía una extraña necesidad por hacer películas sobre la relación entre dos hermanas.