Uno de los últimos elefantes de África cuyos colmillos gigantes llegaban al suelo murió de causas naturales, a los 50 años, informó el Kenya Wildlife Service (KWS).
“Big Tim. (...) El célebre elefante murió el [pasado] martes por la mañana”. El cuerpo de Tim fue transportado a Nairobi donde un taxidermista lo preservará para su exhibición en el museo nacional, precisó KWS.
El elefante, que vagaba fuera de los parques nacionales en tierras de cultivo, sobrevivió en el pasado a cazadores furtivos y granjeros enojados. KWS había tratado una vez a Tim por una lanza que le atravesó la oreja y se rompió en su hombro.
Pero Tim fue encontrado muerto por causas naturales, dentro del Parque Nacional de Amboseli, al pie de los picos nevados del Kilimanjaro, comentó el Amboseli Trust for Elephants.
Los defensores del medio ambiente calculan que apenas unas pocas decenas de estos elefantes viven aún en África.
Los cazadores furtivos, que buscan elefantes con la mayor cantidad de marfil posible, los convierten en su objetivo preferido, con lo que se reduce el patrimonio genético.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, en los últimos 10 años el número de elefantes africanos disminuyó en 110,000 hasta alcanzar los 415,000. Cada año, unos 30,000 elefantes africanos son víctimas de la caza furtiva.

